Biden y los republicanos tratan de salvar el acuerdo de la deuda

Ambos mandatarios sellaron un acuerdo de principios el sábado, con el cual el límite de deuda quedaría suspendido hasta enero de 2025. Tanto la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, como el Senado, dominado por los demócratas, deben votar esta semana para eludir una grave crisis económica con repercusiones mundiales.

A este acuerdo bipartidista, poco común en un Washington cada vez más dividido, se oponen las alas más extremistas de ambos partidos, opuestas a concesiones centristas. Por eso, los equipos de ambos líderes están trabajando para obtener el respaldo del centro político mientras el congreso se apresura a votar antes de que se produzca un impago de la deuda federal, lo que con toda probabilidad desembocaría en toda una recesión.

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«Creo que estamos en buen camino», dijo Biden al mediodía del domingo en unas breves declaraciones a la prensa al volver de su retiro de fin de semana en Camp David. El republicano McCarthy y sus negociadores presentaron el acuerdo como un logro para los republicanos, aunque dista mucho de los amplios recortes de gastos que estos buscaban.

Aún no se conocen todos los detalles del acuerdo, y la información filtrada el sábado por la noche separadamente ofrece algunas discrepancias. Lo que es seguro es que el gasto que no sea para defensa se mantendrá relativamente estable en el año fiscal 2024 y aumentará solo un 1% en 2025. Se trata del logro más relevante de los conservadores.

También se incluye en este acuerdo una exigencia de los republicanos de que haya requisitos más estrictos de empleo para quienes obtengan ayuda para las alimentación. Hoy, los adultos sin hijos en edad laboral sólo pueden recibir subsidios para comida si trabajan al menos 20 horas a la semana.

Los republicanos también han tratado de boicotear la contratación de nuevos funcionarios de la agencia tributaria, algo que iba a ocurrir con un paquete de 80.000 dólares aprobado para controlar la inflación. Los legisladores republicanos argumentaban que ese dinero se iba a usar para contratar un ejército de agentes para auditar a los estadounidenses.

El grupo Freedom Caucus dentro de la bancada republicana incluso publicó en Twitter que las condiciones son inaceptables y es posible que vote en contra. McCarthy, el líder de la Cámara que ha estado negociando con Biden, solo consiguió asegurar el cargo después de 15 votaciones debido a la resistencia de ese grupo y otros legisladores afines.

El techo de deuda, también conocido como límite legal de endeudamiento, es una restricción establecida por ley en 1974 que limita la cantidad de deuda que el gobierno federal de Estados Unidos puede emitir para financiar sus operaciones. Ha sido ajustado periódicamente desde entonces. Cuando se alcanza el techo de deuda, como ocurre en este caso, el Congreso debe aumentarlo o el gobierno no podrá tomar préstamos adicionales para cubrir sus gastos.

A cada día laborable, el gobierno federal acumula un promedio de más de 7.000 millones de dólares en deuda. Aumentar el techo de la deuda no implica incrementar el gasto federal más allá de lo que ya ha sido aprobado por el Congreso; simplemente permite al gobierno cumplir con las adquisiciones y obligaciones a las que ya se ha comprometido.