Bardella presidirá el grupo de derecha radical europeo integrado por Vox, Orbán y Salvini

La composición de los grupos políticos debe definirse esta semana antes del pleno de constitución de la cámara que se celebrará la semana que viene y en el que también se elegirán los principales puestos en el Parlamento, las vicepresidencias y las comisiones, pero también debe ser ratificado el nombramiento de Ursula von der Leyen, del Partido Popular Europeo, como presidenta de la Comisión.

Será precisamente entonces cuando se podrá valorar la posición de la italiana, que ya se separó del húngaro en el Consejo Europeo donde se acordó renovar el mandato de la alemana, con la oposición de Orbán y la abstención de Meloni. Von der Leyen está siendo sometida a una presión importante por parte de sus propios compañeros de partido para que suavice algunas de sus políticas en temas de emigración y transición energética e industrial. Pero también por parte de socialistas y liberales, cuyo apoyo necesita, recibe advertencias en sentido contrario. El voto de ECR hacia Von der Leyen será muy definitorio.

La semana pasada, varios de los partidos de esta órbita euroescéptica ya habían anunciado su decisión de unirse al húngaro. Y, aunque salían de la derrota parlamentaria en Francia el domingo, el lunes por la mañana fueron Agrupación Nacional y la Liga Italiana, dos antiguos partidos clave del viejo ID que aún no se habían definido, los que anunciaron su adhesión al nuevo proyecto.

Si bien la Liga fue dominante dentro del ID durante la legislatura anterior, la delegación más numerosa dentro de los Patriotas será ahora la formación de Marine Le Pen, con treinta eurodiputados, lo que le atribuye la dirección del grupo a Jordan Bardella, numero dos del partido y candidato frustrado a primer ministro en Francia. Le siguen el Fidesz de Orbán con diez diputados, la Liga de Matteo Salvini con ocho y el ANO del checo Andrej Babiš con siete. El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), Vox y el PVV, que lidera la mayoría gubernamental en Holanda, aportan seis eurodiputados cada uno. El grupo también incluye a tres representantes del Vlaams Belang, de la extrema derecha independentista flamenca, dos del Chega portugués y uno del Partido Popular danés, lo que suma un total de 84 eurodiputados. Con la salida de Vox, ECR se queda ahora con 78 eurodiputados, escasamente por encima del liberal Renew Europe, que tiene 76 y desciende hasta el cuarto puesto de los grupos por orden de importancia.

Patriotas por Europa dice tener como objetivo devolver la soberanía a los estados miembros e impulsar medidas más estrictas contra la migración ilegal. En la presentación del grupo, el austriaco Harald Vilimsky resumió sus objetivos diciendo que con su actividad «queremos reformar la UE, queremos garantizar que no se abuse del asilo y queremos la paz a nuestras puertas». En el manifiesto firmado por los partidos fundadores, también se mencionan críticas al Pacto Verde mientras que sobre la invasión rusa de Ucrania, insisten en actuar «por la paz y el diálogo» con el régimen de Vladímir Putin, que es en estos momentos el elemento que aleja más a esta agrupación de partidos de la corriente central en la UE donde se mantiene una posición de estricto apoyo a Ucrania.

El francés Jean-Paul Garraud, declaró que sus diputados trabajarán «contra la hegemonía de la Comisión Europea y de la mayoría en la Eurocámara» y que los 84 escaños con los que cuentan «son sólo la primera etapa porque estamos seguros de que habrá más que se sumarán porque muchos quieren ser contrapeso a la locura de la UE», añadió Vilimsky. El checo Andrej Babis, líder de ANO, que ha pasado directamente del grupo liberal al de los Patriotas y que presentaba simultáneamente en Praga la creación del grupo, explicó que «estábamos buscando aliados que compartieran la misma visión sobre el funcionamiento de la Unión» y los han encontrado en la órbita de Orbán. Incluso cree que «muchos eurodiputados del PPE o de la ECR comparten nuestra opinión».