Paso adelante de Abascal hacia las posiciones prorrusas de Orbán

Vox, de cualquier forma, va a intentar no romper lazos con los de Meloni una vez fracasado su intento de ser la argamasa que uniera a todos los partidos europeos de la derecha para que compartiesen grupo parlamentario en Bruselas. En un comunicado, expresa su «amistad hacia Giorgia Meloni y Fratelli d'Italia» y añade que la líder italiana será «siempre una socia, amiga y aliada». También muestra su agradecimiento al partido polaco Ley y Justicia, que al contrario que el partido español decidió permanecer en ECR, donde también se encuadran los independentistas flamencos de la N-VA, el ODS checo o los Demócratas Suecos.

Este grupo es en estos momentos la tercera fuerza política de la Eurocámara, un estatus que podría perder en unos pocos días, si es que la nueva alianza de la órbita austrohúngara cuenta con el apoyo de Marine Le Pen, cuya formación acaba de tener los mejores resultados en Francia. De momento se han unido a Patriotas por Europa los portugueses de Chega, los austríacos de la FPÖ y los checos de Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), que abandonaron recientemente a los liberales de Renew.

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ABC

Una de las claves de la decisión de Vox está en la complejidad de la formación de los grupos parlamentarios en el Parlamento Europeo, porque se necesita que en ellos participen partidos de al menos siete países. Con su incorporación a Patriotas por Europa Vox le ofrece un balón de oxígeno a Orbán y además podría haberse garantizado que el húngaro no acepte en sus filas a los tres europarlamentarios de la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta, liderada por el antisistema y populista Alvise Pérez. Hay que recordar que la irrupción de esta formación es vista con la máxima preocupación por los de Abascal, que temen que les arrebate parte de su electorado, a imagen y semejanza de lo que hicieron ellos antes con el Partido Popular.

En todo caso, que Vox haya anunciado su decisión el mismo día que la indignación recorre toda Europa por la visita de Orbán a Putin, le coloca en una situación delicada. El grupo que preside Santiago Abascal ha denunciado las ayudas del Kremlin al secesionismo catalán, por lo que su acercamiento al líder prorruso hace sospechar que ha obtenido una serie de garantías que le permitirían evitar que los de Alvise Pérez puedan tener protagonismo en la Cámara bajo el manto de Patriotas por Europa.

Santiago Abascal puede tener ahora dificultades para explicar en España cómo se alinea con el líder europeo más cercano al Kremlin, que ha puesto obstáculos para que la UE mantenga la ayuda a Ucrania. Es verdad que nada más empezar la presidencia rotatoria Orban visitó a Zelenski en Kiev para tranquilizarlo, pero la visita a Putin le vuelve a situar al lado de los invasores. Y a pesar de eso Vox ha decidido unirse a él.

En este sentido, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, es uno de los que ha criticado con dureza ese viaje. «La visita del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, a Moscú no representa a la UE. Nuestros valores son absolutamente incompatibles con Putin y sus acciones», dejó dicho este viernes en las redes sociales.

Hay otro dato interesante. Aunque el partido de la derecha española se mostró «encantado» la semana pasada con el anuncio del nuevo grupo liderado por Viktor Orbán y abrió la puerta a trabajar con ellos, insistió en que se mantendrían en ECR. El giro en su postura, por tanto, es muy evidente y en el comunicado difundido no se explican las razones de ese cambio tan sensible.

Patriotas por Europa aspira a formar un nuevo grupo parlamentario, cuya constitución y composición quiere anunciar en los próximos días. Vox recuerda que durante años ha trabajado por «la unidad y colaboración de las fuerzas patriotas» y recuerda que en las pasadas elecciones europeas hubo un gran avance de estas posiciones políticas. También argumenta que apostó por esta alianza desde 2021, con el primero de los eventos Viva, y rememora el último, celebrado en Madrid, en el que intervinieron líderes como el presidente argentino, Javier Milei, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, pasando por Marine Le Pen, Viktor Orbán y un ministro israelí, entre otros. «Con este hito fundamental -explica el comunicado- se confirmaba el papel aglutinador de Vox para los partidos de dentro y fuera de Europa» y asegura que «el nuevo grupo, Patriotas por Europa, responde a esa nueva realidad, al mensaje de aquellos europeos que exigen un cambio radical y urgente de la Unión Europea».

Dentro del espectro de la derecha, Identidad y Democracia es el único grupo de los que existían en la anterior legislatura que no se ha constituido de momento. Está a la espera, ha anunciado, de que pasen las elecciones francesas para tomar una decisión. Toda apunta a que el Rassemblement National se unirá a esa nueva nomenclatura con sus 30 eurodiputados. El líder de La Liga, Matteo Salvini, ha abierto la puerta también a actuar dentro de ese grupo. No obstante, aún no ha pedido la solicitud formal para la creación del mismo. Su objetivo es pelear también con ECR por conseguir la tercera posición.

Las consecuencias de la decisión de Vox de unir su destino al de Viktor Orbán en Europa son impredecibles, sobre todo por lo que supone de respaldo al líder europeo más cercano a Putin. En un momento, además, en el que la opinión pública española, mayoritariamente, apoya a Ucrania. No solo eso; la contradicción que supone esa postura con el hecho de que el líder ruso apoyara al independentismo catalán, hasta el punto de que la Unión Europea lo considerase como una de las principales amenazas híbridas para Europa, podría tener coste electoral para los de Abascal.

El movimiento de Vox hacia Orbán reduce las posibilidades de que el prorruso húngaro acepte a Alvise Pérez en su nuevo grupo, si consigue crearlo. Para configurar un grupo parlamentario europeo es necesario contar con formaciones de siete países distintos, y una vez que los de Abascal aportan a España, Se acabó la fiesta pierde mucho atractivo para Orban. De hecho, la no aceptación de esta agrupación podría ser una atractiva contrapartida del húngaro hacia Vox. Si ningún grupo acepta a Alvise, esta agrupación entrará en los no adscritos.

Al grupo de Orbán podría solicitar unirse Marine Le Pen el próximo lunes, una vez que este domingo se celebren las elecciones francesas. En cambio, los independentistas flamencos, con los que Vox compartía grupo en la anterior legislatura, podrían mantenerse en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos.