Abascal se suma a un plan para cambiar los esquemas políticos en la Unión Europea

La sacudida que ha causado el anuncio de la creación del grupo parlamentario de los Patriotas por Europa por parte de Orbán puede acabar siendo el preludio de lo que va a ser la legislatura. Por ahora a los tres partidos fundacionales, a los que se ha sumado Vox, se podría añadir este lunes la Agrupación Nacional (RN) francesa de Marine Le Pen, una vez que se haya ventilado la segunda vuelta de las elecciones.

En los hechos, el movimiento sería equivalente a la disolución del grupo de Identidad y Democracia (ID) dominado hasta ahora por Le Pen, de modo que podrían desembarazarse sin coste de las estructuras administrativas y los empleados que venían heredando de legislaturas anteriores, para partir de cero. Y al mismo tiempo deja en una situación muy delicada a la italiana Giorgia Meloni, obligada a decidir si se queda en ECR, que ya no es el tercer grupo después de la salida de Vox, pendiente de los polacos del PiS que están en la oposición en Varsovia y en una crisis interna para digerirlo, o si se suma a los Patriotas de Orbán.

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Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín

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La diferencia podría ser colaborar o no con la mayoría proeuropea, especialmente con el Partido Popular Europeo, que buscaría recuperar la influencia que tuvo en Italia en tiempos de Silvio Berlusconi. En el último Consejo Europeo, en el que se designó a la popular Ursula von der Leyen para un segundo mandato al frente de la Comisión, Orbán votó en contra, mientras que Meloni -que también se quejaba de haber sido excluida de las negociaciones- prefirió abstenerse.

De momento, lo que está claro es que Orbán está decidido a mover en su favor todo lo que esté a su alcance en la política europea. Para empezar ha sido el primero que no ha invitado a la Comisión para que celebre una reunión en la capital del país en la primera semana de la presidencia. Los portavoces de Von der Leyen han intentado disimular el agravio diciendo que se trata de un simple aplazamiento hasta septiembre, pero aun en ese caso sería un desprecio grave. Y el viaje a Kiev primero y a Moscú después, sin prevenir ni a los demás países ni a las instituciones, ha causado un gigantesco malestar en Bruselas, que no puede sino responder diciendo que no estaba representando ni a la UE ni a la presidencia rotatoria. Varios analistas no descartan ahora que la siguiente etapa de este plan fuera una reunión con Donald Trump.

Es decir que la idea de Orbán no es tanto encajar a su partido en el Parlamento Europeo, sino formar una alianza en el Consejo con los socios que pueden estar cerca de llegar al poder a lo largo de la legislatura, en Austria, República Checa para empezar y que con Francia, en caso de que lograsen llegar al Gobierno este domingo, o a la presidencia de la República a primeros de 2027. El papel de Vox en este esquema sería inicialmente muy marginal, excepto para sumar un país al grupo, ya que se necesitan diputados de al menos siete países.