Alemania suspende el Tratado FACE de control de armamento, tras la desconexión de Rusia

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Rosalía Sánchez

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El Tratado FACE se firmó en 1990 entre los entonces Estados miembros de la OTAN y el Pacto de Varsovia, que se disolvió poco después. Rusia se retiró del tratado en 2007, pero continuó su participación en el Grupo Asesor hasta 2015. Una vez abandonado por Rusia, la OTAN dijo el martes que la decisión de los aliados de suspender el tratado «por el tiempo que sea necesario» ha sido «plenamente apoyada» por todos los Estados miembros de la OTAN. Su objetivo era garantizar un potencial de fuerza equilibrado para las armas convencionales en Europa y «no puede lograrse sin la participación de Rusia», explican fuentes diplomáticas alemanas.

«El Gobierno alemán, al igual que sus aliados en la OTAN, sigue comprometido con la seguridad de Europa», ha continuado el portavoz, «esto también incluye uno de los principios centrales del Tratado FACE, que es el control efectivo de armas para las fuerzas armadas convencionales en Europa». Por lo tanto, Alemania está dispuesta a continuar con determinadas medidas del Tratado FACE, que era vinculante según el derecho internacional, como el intercambio de datos, con los Estados europeos interesados, confirma el Ministerio de Exteriores. Además, el Gobierno alemán tiene la intención de seguir respetando los límites superiores nacionales para los sistemas de armas cubiertos por el Tratado FACE.

Este acuerdo estaba destinado a eliminar en el continente europeo la capacidad de llevar a cabo ataques sorpresa y operaciones ofensivas a gran escala. Para ello, se limitó el número de sistemas de armas pesadas convencionales, como carros de combate, sistemas de artillería y aviones de combate, así como el personal, y se estableció un intercambio de información con revisiones exhaustivas. A mediados de los años 90, fueron destruidos en este contexto unos 60.000 sistemas de armas pesadas en los Estados contratantes, entre ellos carros de combate, sistemas de artillería y aviones de combate, lo que contribuyó significativamente a poner fin a la fase de armamento en Europa y a la distensión militar tras el fin de la Guerra Fría. Ahora, una declaración del Ministerio de Exteriores ruso sentenció el martes que el Tratado FACE «es historia». En los últimos años, Rusia se ha retirado de casi todos los tratados internacionales sobre control de armas y desarme. En febrero, Rusia también suspendió su participación en el Acuerdo Nuevo Comienzo. El tratado de 2010 con Estados Unidos para limitar sus respectivos arsenales de armas nucleares, que estará vigente hasta 2026, es el último acuerdo nuclear bilateral entre Moscú y Washington.