La OTAN refuerza la seguridad de las infraestructuras en el mar Báltico
La Alianza reacciona así a una serie de sabotajes que todavía se están investigando, como los recientes daños en un Balticconnector o la destrucción de las dos vías del Nord Stream
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La OTAN ha anunciado un aumento significativo de las patrullas de vigilancia en el mar Báltico. Tras los recientes daños sufridos en un gasoducto Balticconnector, entre Estonia y Finlandia, y la destrucción de las dos vías del proyecto Nord Stream, que unían Rusia ... con el norte de Alemania, la Alianza ha multiplicado la densidad de salidas de rastreo. También ha resultado dañado un cable submarino de telecomunicaciones entre Estonia y Suecia. «Están previstos vuelos adicionales de vigilancia y reconocimiento, también con aviones de patrulla marítima, aviones Awacs y drones», explica el portavoz de la OTAN Dylan White. Además, se está desplegando en la región «una flota de cuatro buques cazadores de minas» y «seguimos monitoreando muy de cerca la situación y estamos en estrecho contacto con nuestros aliados Estonia y Finlandia, así como con nuestro socio Suecia», añade el portavoz.
La Alianza reacciona así a una serie de sabotajes que todavía se están investigando. El último de ellos afectó al gasoducto del Mar Báltico, de 77 kilómetros de longitud, que ha debido ser cerrado debido a una caída de presión. Según las autoridades finlandesas, los daños resultantes probablemente fueron causados «por una fuerza mecánica» procedente del exterior. Según el ministro de Defensa de Estonia, el sabotaje se sirvió de «una violencia grave». Este gasoducto conecta Inkoo en Finlandia y Paldiski en Estonia. Atraviesa el golfo de Finlandia y una parte del mar Báltico, que se extiende hasta las aguas territoriales rusas. El gasoducto se puso en funcionamiento en 2019 y ha sido la única línea a través de la cual Finlandia ha podido importar gas desde que se suspendieron las importaciones de gas natural desde Rusia en mayo de 2022 como consecuencia de la guerra de Ucrania.
Larga reparación
La empresa energética finlandesa Gasgrid ha informado que la reparación de los daños puede llevar meses. El servicio secreto finlandés considera que la implicación de un Estado es una posible causa. A raíz del incidente, diez países del norte de Europa, incluidos Finlandia, Suecia y Estonia, han acordado trabajar conjuntamente para aumentar la vigilancia de infraestructuras clave, muy especialmente en la época del año que ahora empieza, la temporada de calefacción en la que el gas es más necesario y su falta puede causar más graves daños. Pero es la OTAN la que garantiza los medios necesarios para una vigilancia efectiva.
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Al mismo tiempo, la Alianza está reforzando su «posición disuasoria en el flanco oriental». A los países bálticos en particular les preocupa que Rusia pueda atacar a través de la Línea Suwalki, el área alrededor de la frontera entre Lituania y Polonia, según confirma el ministro de Defensa de Lituania, Arvydas Anušauskas. La Línea Suwalki conecta Bielorrusia con el enclave ruso de Kaliningrado y es vista en estos momentos como el punto débil de la OTAN. Se considera, por otra parte, la frontera más fortificada de la Alianza. Lituania está invirtiendo en sus fuerzas armadas y sus suministros, asegura Anusauskas.
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