Londres calcula un sobrecoste de 7.800 millones de euros para hacer negocios con la UE
Es la cantidad anual que ha calculado la Hacienda británica basándose en datos provisionales como, por ejemplo, el pago a 50.000 nuevos agentes de aduanas
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Iniciar sesiónLa nueva ola de burocracia y trámites aduaneros a la que se enfrentan las empresas que intercambian bienes entre el Reino Unido y la Unión Europea apenas está comenzando, pero su coste económico podría ser aún mayor ... que los primeros cálculos oficiales. Hace un par de días el ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda, Simon Coveney , afirmó que el cambio en los acuerdos comerciales «inevitablemente» causaría problemas y que en breve «vamos a ver los 80.000 millones de euros del comercio a través del mar de Irlanda entre Gran Bretaña e Irlanda interrumpidos por muchos más controles y declaraciones, burocracia y papeleo, costes y retrasos». Más grave aún, ahora la Hacienda británica asegura que los ajustes post Brexit sumarán 7.000 millones de libras esterlinas (unos 7.800 millones de euros) a los costes de hacer negocios con la UE.
Continúa de esta forma el juego de cifras que evidencia la desventaja, al menos desde el punto de vista económico, de un divorcio que tardó cuatro años y medio en hacerse realidad tras el referéndum de 2016. Según el «Financial Times», el Reino Unido necesitará 50.000, o incluso más, nuevos agentes de aduanas para hacer frente a la burocracia que trae consigo la salida del bloque comunitario, aun con acuerdo comercial.
Solo en el sector automovilístico, por poner un ejemplo, los intercambios comerciales entre Reino Unido y la UE alcanzan los 54.000 millones de euros, más otros 14.000 millones anuales en componentes y piezas, según la patronal europea ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles). ¿Pero a quién le importan los números? «Fuck the business» («que se jodan los negocios») fue la respuesta que dio Boris Johnson en 2018, cuando era ministro de Relaciones Exteriores, cuando se le preguntó sobre el temor de los líderes empresariales a un Brexit duro, declaraciones que provocaron un escándalo diplomático. «Me sorprendió lo grosero que fue, como si no le importaran las consecuencias, especialmente las económicas, del Brexit», declaró entonces a «The Telegraph» un diplomático de la UE. Quizá ahora que es primer ministro y con el acuerdo comercial firmado, el negocio le importe más que entonces, pero no hay forma de evitar pagar el precio del Brexit, aunque el pacto ofrezca un comercio libre de aranceles y cuotas. En 2019, la UE exportó bienes por un valor de 300.000 millones de euros a las islas británicas, mientras que los ingleses vendieron al bloque productos por un valor de 190.000 millones de euros. Y según un análisis de Bloomberg Economics, el Brexit podría haberle costado ya a los británicos 200.000 millones de libras en pérdida de crecimiento económico.
El caos que viene
La realidad es que el coste real del divorcio no estará claro en el corto plazo, ya que aún queda mucho trecho por andar. Y aunque los primeros dos días tras su consumación han sido descritos por los transportistas y las autoridades portuarias como tranquilos, muchos consideran que esta es solo la calma que precede a la tormenta. Es el caso de Eugene Drennan, presidente de la Asociación Irlandesa de Transporte por Carretera (IRHA), quien declaró a la prensa local que «el caos que se avecina en el puerto de Dublín es increíble», mientras que el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Irlanda del Norte, Ian Henry , señaló que el 2021 comenzó con «turbulencias para las cadenas de suministro, el comercio y los mercados, y costos más altos para todos, dejándonos en desventaja» y advirtió que aún «hay más» complicaciones por venir, pese a que a las empresas que exportan bienes entre el Reino Unido y la UE se les dará un año para que generen parte de la documentación que demuestre que sus bienes son aptos para el acceso sin aranceles a la UE.
Esto podría ofrecer a las industrias un respiro temporal de algunos de los nuevos trámites burocráticos, aunque para algunos este período de gracia de doce meses en las declaraciones de las llamadas reglas de origen también dilatará aún más el cumplimiento absoluto de las nuevas reglas, y habrá complicaciones importantes hasta entonces. «Este nuevo acuerdo significará que las industrias vitales con cadenas de suministro complejas, como la automotriz, que respaldan miles de puestos de trabajo, tendrán más tiempo para adaptarse a la nueva relación e incorporar los requisitos en sus prácticas laborales», aseguraron fuentes del Gobierno de Johnson, que añadieron que la exención supone un «éxito para el Reino Unido en las negociaciones» porque ofrece «reglas de transición flexibles».
Las reglas de origen son especialmente complejas para la industria automotriz británica, que precisa de complejas cadenas de suministro ya que muchos de sus componentes se obtienen de Europa o de otros países. Los expertos aseguran que es probable que el precio de los coches aumenten incluso con el acuerdo comercial, algo que podría suceder también con otros productos. Ben Fletcher , director de políticas de Make UK, que representa al sector manufacturero, declaró al «Financial Times» que, en todo caso, es urgente que el gobierno «describa cuál será su enfoque para el período de transición hasta finales de diciembre de 2021 con el fin de proteger a las empresas contra problemas futuros si se cometieran errores iniciales».
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