La guerra de Ucrania estresa la seguridad alimentaria mundial
El conflicto encarece los cereales y los fertilizantes y agrava problemas agrícolas derivados de la pandemia y el cambio climático
Los efectos de la guerra de Ucrania están alcanzando a todo el mundo, no solo a los países occidentales más activos en aplicar contra el Kremlin sanciones que pueden conllevar un coste. El conflicto está afectando a la seguridad alimentaria mundial , por ... la disrupción que ha provocado sobre todo en el mercado de los cereales y de los fertilizantes, sectores fundamentales para la agricultura y la alimentación global.
La semiparalización del granero ruso-ucraniano tiene consecuencias no solo para quienes adquirían de allí el grano: el temor a una escasez ha llevado a exportadores como India a prohibir las ventas en el exterior . Todo esto está significando un alza de precios que también se extiende a los fertilizantes –Rusia y Bielorrusia son los principales productores–, que a su vez encarece cualquier cultivo.
La ONU ya ha alertado sobre un nuevo récord mundial de hambre . A los efectos negativos del cambio climático en muchas partes del planeta se ha unido los últimos años la pandemia de Covid-19, que ha supuesto dificultades para la producción agrícola y de comida procesada y con ruptura de las cadenas de suministros. A esto se agrega ahora la guerra en Ucrania, que está «amplificando y acelerando» todos esos factores anteriores, según acaba de alertar António Guterres , secretario general de Naciones Unidas.
En solo dos años, el número de personas que se encuentran en inseguridad alimentaria severa se ha doblado , pasando de 135 millones a 276 millones, según afirmó Guterres la semana pasada en una reunión de emergencia del Llamamiento a la Acción para la Seguridad Alimentaria Mundial. Además, medio millón de personas vive en condiciones de hambre, cifra que se ha quintuplicado en los últimos cinco años. El conflicto en Ucrania no solo «amenaza» con acentuar el problema, sino que puede llevar a «una crisis que podría durar durante años», sentenció el secretario general de la ONU.
Países que necesitarán ayuda
externa para garantizar la
alimentación de su población
La FAO evalúa que a nivel mundial 44 países necesitarán de ayuda
externa para alimentarse. La reducción de las cosechas debido al impacto
del clima adverso junto a los altos precios de la energía impactan sobre los
alimentos, elevando sus precios. Además, conflictos como la guerra entre
Ucrania y Rusia empeorarán el abastecimiento a nivel mundial
Países que necesitarán
asistencia externa para su alimentación
3
1
2
Rusia y Ucrania producen casi un tercio del trigo y
de la cebada mundial. La disminución de la producción
alterará las cadenas de suministro, que concluirán en una
escasez global de cereales y subida de precios.
Ucrania sufre también dificultades para el desarrollo
normal de las labores agrícolas y las vías de exportación
están muy dañadas
Zona 1
África (33 países)
1. Burkina Faso
2. Burundi
3. Camerún
4. Rep. Centroafricana
5. Chad
6. Congo
7. Rep. Dem. del Congo
8. Yibuti
9. Eritrea
10. Suazilandia
11. Etiopía
12. Guinea
13. Kenia
14. Lesoto
15. Liberia
16. Libia
17. Madagascar
18. Malawi
19. Mali
20. Mauritania
21. Mozambique
22. Namibia
23. Níger
24. Nigeria
25. Senegal
26. Sierra Leona
27. Somalia
28. Sudán del Sur
29. Sudán
30. Uganda
31. Tanzania
32. Zambia
33. Zimbabue
RUSIA
UCRANIA
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10
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Zona 2
34
35
Latinoamérica y Caribe
(2 países)
34. Haití
35. Venezuela
BRASIL
Brasil es el país que
puede estar más amenazado
por el suministro de fertilizantes.
Es el mayor importador en el mundo,
gran potencia agrícola y de productos
alimenticios procesados. Importa el 85%
de los fertilizantes que utiliza; el 25% de
ellos provenían hasta ahora de Rusia
Zona 3
Los fertilizantes, básicos para la agricultura, también
se verán afectados, Rusia y Bielorrusia son los principales
productores del mundo, su producción se reducirá por la guerra
Bielorrusia
RUSIA
UCRANIA
38
43
36
40
39
42
37
41
44
Asia (9 países)
42. Pakistán
43. Siria
44. Yemen
36. Afganistán
37. Bangladesh
38. Corea del Norte
39. Irak
40. Líbano
41. Myanmar
Incremento de los precios a nivel global
En porcentaje
66
50
33
Alimentos
Fertilizantes
Aceite de
girasol
Fuente: FAO y elaboración propia
P.S. / ABC
Países que necesitarán
ayuda externa para
garantizar la
alimentación
de su población
La FAO evalúa que a nivel mundial
44 países necesitarán de ayuda
externa para alimentarse. La reducción
de las cosechas debido al impacto
del clima adverso junto a los altos precios
de la energía impactan sobre los
alimentos, elevando sus precios. Además,
conflictos como la guerra entre
Ucrania y Rusia empeorarán el
abastecimiento a nivel mundial
Países que necesitarán
asistencia externa para su alimentación
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Rusia y Ucrania producen casi 1/3 del
trigo y de la cebada mundial. La
disminución de la producción alterará
las cadenas de suministro, que
concluirán en una escasez global de
cereales y subida de precios. Ucrania
sufre también dificultades para el desarrollo
normal de las labores agrícolas y las vías
de exportación están muy dañadas
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África (33 países)
1. Burkina Faso
2. Burundi
3. Camerún
4. R. Centroafricana
5. Chad
6. Congo
7. R. D. del Congo
8. Yibuti
9. Eritrea
10. Suazilandia
11. Etiopía
12. Guinea
13. Kenia
14. Lesoto
15. Liberia
16. Libia
17. Madagascar
18. Malawi
19. Mali
20. Mauritania
21. Mozambique
22. Namibia
23. Níger
24. Nigeria
25. Senegal
26. Sierra Leona
27. Somalia
28. Sudán del Sur
29. Sudán
30. Uganda
31. Tanzania
32. Zambia
33. Zimbabue
Zona 2
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BRASIL
Latinoamérica
y Caribe
(2 países)
34. Haití
35. Venezuela
Brasil es el país que
puede estar más amenazado
por el suministro de fertilizantes.
Es el mayor importadoren el mundo,
gran potencia agrícola y de
productos alimenticios procesados.
Importa el 85% de los fertilizantes que
utiliza; el 25% de ellos provenían
hasta ahora de Rusia
Zona 3
RUSIA
Bielorrusia
UCRANIA
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Asia (9 países)
36. Afganistán
37. Bangladesh
38. Corea del Norte
39. Irak
40. Líbano
41. Myanmar
42. Pakistán
43. Siria
44. Yemen
RUSIA
38
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Los fertilizantes, básicos para la
agricultura, también se verán afectados,
Rusia y Bielorrusia son los principales
productores del mundo, su producción
se reducirá por la guerra
Incremento de los
precios a nivel global
En porcentaje
66
50
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Alimentos
Fertilizantes
Aceite de
girasol
Fuente: FAO y elaboración propia
P.S. / ABC
La FAO ha hecho pública una lista de países que necesitarán asistencia exterior para alimentar a su población por problemas previos al conflicto en el este de Europa y que este agravará. Ha señalado a gran parte de las naciones de África, así como a Haití, Venezuela, Siria, Irak, Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Myanmar y Corea del Norte, lugares castigados por nefastas políticas nacionales, guerras o desastres relacionados con episodios climáticos.
Más allá de la energía
La cuestión de la seguridad energética es la que más ha ocupado a la Unión Europea desde el estallido de la guerra, debido al hecho de que Rusia es líder en la producción de hidrocarburos y Ucrania el «hub» para su distribución en Europa. El conflicto ha supuesto a nivel global un encarecimiento de los carburantes , lo que ha llevado a un alza de precios del transporte y también de la producción de alimentos.
Más allá de Europa, la preocupación se está centrando muy especialmente en la seguridad alimentaria, sobre todo en dos sectores.
Por un lado, está el de los cereales, pues Rusia y Ucrania son los mayores exportadores de trigo, cebada y maíz , productos de los que muchos países son absolutamente dependientes para la dieta básica de sus desbordantes poblaciones. También son grandes exportadores de aceite de girasol , que en muchos lugares constituye el medio fundamental para cocinar.
Por otro, el de los fertilizantes, de los que Rusia y Bielorrusia –que en esta guerra está completamente alineada con Moscú– son los mayores exportadores. Se trata de un elemento esencial para toda la agricultura y cuyo encarecimiento supone o la imposibilidad de negocio para el agricultor o un alza de precios de cualquier tipo de cultivo.
«Si continúa el alza del precio de los fertilizantes, la crisis de hoy del grano y del aceite para cocinar podría afectar a muchos otros alimentos, incluido el arroz, impactando a miles de millones de personas en Asia y en América», dijo Guterres. El secretario general de la ONU recordó que en el último año, sobre todo por la perspectiva de la guerra y luego por el desarrollo bélico mismo, el precio internacional de los alimentos subió casi un 33 por ciento , el de los fertilizantes más de un 50 por ciento y el del aceite de girasol un 66 por ciento.
El incremento del precio de los alimentos y el de la energía está provocando un pronunciado efecto inflacionista, con diversos países que han superado ya los dos dígitos de inflación. Además, los países en desarrollo, la mayoría de los cuales ya tuvo que incrementar su endeudamiento para hacer frente a la emergencia social y sanitaria del Covid, no tienen margen fiscal para subvencionar precios, lo que ya se ha traducido en algunos lugares en protestas y disturbios.
Cosechas paralizadas
Rusia y Ucrania producen casi un tercio del trigo y de la cebada mundial, así como la mitad del aceite de girasol. Mucha de su producción se ha visto afectada por la guerra, notoriamente en Ucrania, que sufre dificultades para el desarrollo normal de las labores agrícolas y cuyas vías de exportación están obstaculizadas o muy dañadas.
Como puso de relieve Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, en la reunión del Llamamiento a la Acción para la Seguridad Alimentaria Mundial, unos 22 millones de toneladas de grano se encuentran en silos ucranianos sin poder salir del país . Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) habla de unos 13,5 millones de toneladas de trigo y 16 millones de toneladas de maíz que se encuentran congelados en los dos países en guerra. El PMA, además, destaca que los cargamentos que pueden salir al mercado desde Ucrania deben pagar una prima de seguro por riesgo muy elevada, lo que repercute en el precio final del producto .
Con la prolongación de la guerra, la preocupación se dirige también a futuras cosechas . La FAO ha advertido en un informe de comienzos de mayo que el 30 por ciento de las tierras cultivadas de Ucrania podrían no sembrarse para la nueva temporada.
En este sentido, el secretario general de la ONU apremia a hacer todo lo posible para que la actividad agrícola en la región pueda seguir con normalidad, por más que la guerra continúe. «Seamos claros: no hay una solución efectiva a la crisis alimentaria sin integrar la producción de alimentos de Ucrania, así como los alimentos y fertilizantes producidos por Rusia y Bielorrusia, en los mercados mundiales, a pesar de la guerra», dijo Guterres.
El secretario general de la ONU considera que «Rusia debe permitir la exportación segura de granos almacenados en puertos ucranianos. Se pueden explorar rutas alternativas de transporte , incluso si sabemos que, por sí solas, no serán suficientes para resolver el problema. Los alimentos y fertilizantes rusos deben tener acceso irrestricto a los mercados mundiales sin impedimentos indirectos».
El precio del trigo
Los problemas de producción y distribución de cereales de Rusia y Ucrania y, en todo caso, su encarecimiento derivado de las distorsiones en el mercado, dañan muy notoriamente a países que dependían casi íntegramente de esos suministros . Es el caso de varias naciones del norte de África y de Oriente Medio, como Libia, Egipto y Yemen. Ya el FMI había destacado cómo a causa de los confinamientos de la pandemia y las disrupciones en el transporte internacional, entre abril de 2020 y diciembre de 2021 el precio del trigo aumentó un 80 por ciento.
Con cien millones de habitantes, que tienen el pan como alimento central en su dieta diaria, Egipto es el mayor importador de trigo del mundo. El 85 por ciento de esas importaciones las hacía hasta ahora desde Rusia y Ucrania; también se encuentra entre los diez mayores importadores de aceite de girasol, el 73 por ciento del cual procedía de los esos dos países.
Nada más comenzar la guerra, el precio del trigo subió un 44 por ciento y el del girasol lo hizo en un 32 por ciento. El precio del pan ha estado ligado históricamente a protestas populares en numerosos países, también en Egipto, y tiene que ver con las revueltas árabes de hace una década.
La FAO venía contemplando un aumento de la producción mundial de cereales en el mundo, y diversos gobiernos están aplicando medidas para incentivar ese cultivo , por lo que países como Egipto debieran poder cambiar de suministrador, aunque encontrarán precios más caros.
En esa alza contribuirán decisiones como la tomada por India, que la semana pasada anunció la prohibición de exportar trigo «con efecto inmediato». India es el segundo productor del mundo (13,5 por ciento de la producción mundial) y el año pasado exportó siete millones de toneladas. Para este año pensaba exportar diez millones de toneladas, pero los efectos de la guerra de Ucrania, así como una ola de altas temperaturas que amenazan con reducir la productividad del cultivo local, han llevado al Gobierno indio a querer primero garantizar que a su población no le faltará trigo , con la esperanza además de moderar los precios en el marcado nacional.
Los fertilizantes
Rusia y Bielorrusia son los principales productores de fertilizantes del mundo , especialmente de potasio (del que son segundo y tercer productor mundial, respectivamente), pero también con base en otros componentes.
Al comienzo de la guerra se estimaba que esta podía parar alrededor de un 15 por ciento de la exportación de fertilizantes. Es posible que las excepciones aplicadas luego a este producto en las sanciones aprobadas contra Rusia, y en algún caso extendidas también a Bielorrusia, haya suavizado el efecto del conflicto, lo cierto es que se ha producido un incremento de precios por la necesidad de buscar nuevos proveedores.
El país más amenazado ha sido Brasil , que es el mayor importador en el mundo. Brasil, gran potencia agrícola y de productos alimenticios procesados, importa el 85 por ciento de los fertilizantes que utiliza; el 25 por ciento de ellos provenía de Rusia. Precisamente tres meses antes del comienzo de la guerra, Brasil tuvo la previsión de acelerar la compra de nuevas cantidades de fertilizantes –sustancialmente, potasio–, por lo que hasta ahora no se ha visto especialmente dañado.
A mediados de febrero el presidente Jair Bolsonaro viajó a Moscú para negociar con Putin esos cargamentos , que han obligado a Brasilia a no elevar el tono contra el Kremlin durante esta crisis internacional. «Lo que sucede a 10.000 kilómetros, en Ucrania, tiene repercusiones en Brasil. Para nosotros, la cuestión de los fertilizantes es sagrada», dijo abiertamente entonces Bolsonaro.
Brasil ha puesto en marcha lo que su Gobierno llama la «diplomacia de los fertilizantes», con una gira por varios países que los producen para concertar la compra de cargamentos. Uno de los posibles socios especiales es Marruecos, cuyo interés en el Sáhara Occidental tiene mucho que ver precisamente con este asunto. Ambos territorios concentran el 70 por ciento de las reservas mundiales de fosfatos, otro elemento central en la producción de fertilizantes, lo que concede a Rabat una importante carta en la presente crisis.
La preocupación por los fertilizantes, en cualquier caso, es común a todos los países cuyas economías dependen en gran medida de la agricultura o cuyos sistemas políticos están bajo la influencia de terratenientes o del sector rural en general. Muchos países latinoamericanos tienen una notable dependencia agrícola, como es el caso también de Argentina, y gran parte de África sufre también muy directamente el alza de precios de los fertilizantes , donde ya se encarecieron un 400 por ciento desde el comienzo de la pandemia.
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