Guaidó llega a la frontera de Venezuela con Colombia en un clima de tensión

Las personas que viven en zonas cercanas al puente Tienditas, en Ureña , y al puente internacional Simón Bolívar, en San Antonio , dicen estar preocupados. En toda la región se respira incertidumbre, y la presencia de la GNB hace más tenso el clima. Los habitantes de Ureña no descartan que se pueda generar un conflicto ante los intentos de Guaidó de hacer llegar la ayuda a Venezuela y por otro lado Nicolás Maduro evitando con bloqueos y militares que eso ocurra.

Los establecimientos comerciales están abiertos. La gente camina por las calles aparentando estar tranquilos por la situación. Las actividades se mantienen con recelo. Los hoteles están abarrotados. «No hay cupo» es una de las respuestas que dan los recepcionistas a personas que buscan ansiosos un lugar para alojarse.

El puente Tienditas está resguardado (en el lado venezolano) por la GNB. Ahí pernoctan cerca de 50 uniformados que vigilan los alrededores del lugar donde se realizará un concierto de tres días para rechazar «la injerencia» internacional. Pero a 280 metros, al otro extremo (Cúcuta) del puente, se hará también un evento a favor de la ayuda humanitaria que contará con artistas internacionales.

El puente binacional Simón Bolívar se queda pequeño ante innumerables personas que caminan por él en busca de medicinas, alimentos, y hasta para asistir a un control médico. Aseguran que en Cúcuta tienen más oportunidades que en su natal Venezuela. Los que van solo a comprar alimentos llegan a Colombia muy temprano y regresan a Venezuela por la tarde.

Quienes cruzan ese puente que conecta con la localidad colombiana lo hacen con premura. Los venezolanos que atraviesan los 315 metros de longitud con frecuencia dijeron este jueves a ABC que, a dos días de la llegada de la ayuda a Venezuela, hay más gente de lo normal.

«Esto es demasiado. Ayer y hoy ha estado así (colmado de personas)», dijo a ABC una habitante de San Antonio que no quiso revelar su nombre, y que además no descarta que el puente sea cerrado por el régimen venezolano. Pero mientras la ciudadana venezolana manifestaba su temor del posible cierre fronterizo con Colombia, Maduro ordenaba desde Caracas el cierre de la frontera terrestre entre Venezuela y Brasil .

Según el líder chavista la decisión es para evitar «cualquier provocación» el próximo sábado 23 de febrero, fecha en la que se espera entre la donación de varios países que han reconocido a Guaidó como presidente legítimo. Brasil autorizó al estado del Roraima (al sur de Venezuela) para que funcione como centro de acopio para la ayuda humanitaria. Hace un par de días se conoció también que las autoridades venezolanas ordenaron el cierre del espacio aéreo y los accesos marítimos desde Aruba, Bonaire y Curazao (al norte de Venezuela).

Maduro dijo también que está estudiando la posibilidad de clausurar el paso fronterizo con Colombia. «En el año 2015 tomé la decisión de cerrar las fronteras con Colombia de manera temporal (...), yo no quiero tener que tomar una decisión de esas características, pero lo estoy evaluando», dijo.

Por su parte, Guaidó salió el jueves a las 6:00 de la mañana (hora local) con dirección a Táchira, al frente de una caravana presidencial para liderar el proceso de entrada de la ayuda hacia su país. El líder opositor habría llegado a la frontera pasadas las 3.00 de la tarde, según dirigentes cercanos a Guaidó. En Cúcuta están resguardadas en bodegas más 100 toneladas de donaciones para la población más afectada por la devastadora crisis acentuada en Venezuela desde hace cinco años.