Boris Johnson celebró su cumpleaños en el 2020 con una fiesta en pleno confinamiento

La población británica seguramente ha perdido ya la cuenta de las celebraciones que se llevaron a cabo en Downing Street durante los meses del cierre debido a la pandemia, pero aún así el goteo de informaciones al respecto no dejan de sorprender, sobre todo cuando hablan no de funcionarios junior del Ejecutivo, sino del primer ministro. Según informó este lunes la prensa local, habría sido Carrie Johnson , esposa del premier, quien habría organizado una fiesta sorpresa para su pareja en horas de la tarde en la sala donde se reúne el gabinete, y a la que supuestamente asistieron unas 30 personas, entre ellas Lulu Lytle.

Esta diseñadora estaba en aquel momento trabajando en la renovación del número 11 de Downing Street, el piso donde reside el premier con su esposa y sus dos hijos, una obra que también generó en su momento una importante polémica debido a la incógnita sobre quién estaba pagándola . Según la cadena ITV, el encuentro duró una media hora en la que por supuesto hubo tarta y en la que al premier se le cantó el « cumpleaños feliz », irónicamente, la canción que se recomendaba cantar dos veces seguidas, para medir el tiempo, durante el lavado de manos, una de las recomendaciones más importantes para prevenir los contagios.

Fuentes de la residencia oficial del primer ministro aseguran que el homenajeado solo estuvo presente durante «menos de diez minutos», menos que los veinte que el propio Johnson aseguró que pasó en otro evento al que fueron invitadas más de cien personas el 20 de mayo. La convocatoria la hizo su secretario privado, Martin Reynolds , que también estuvo, al parecer, en la celebración de cumpleaños.

El día 10 de junio, solo nueve días antes del festejo, Johnson le había pedido a la población durante una de sus ruedas de prensa que continuaran «respetando las reglas» que, explicó entonces, estaban «diseñadas para mantenernos a todos a salvo» y en la que enfatizó la «ilegalidad» de los encuentros en interiores . Y aunque dicen que las comparaciones son odiosas, vale la pena recordar que el 13 de junio la reina Isabel II presenció sola el desfile, cuyo tamaño fue reducido ese año y no contó con la presencia del público, de celebración de su propio cumpleaños desde un balcón en el Castillo de Windsor.