Biden se lleva a Ginebra aviones, helicópteros y 400 agentes, y Putin su limusina de fabricación rusa
Gran despliegue de medios para la cumbre bilateral entre EE.UU. y Rusia celebrada este miércoles
En su primer viaje al extranjero desde que llegó a la presidencia de Estados Unidos en enero, Joe Biden ha viajado con un verdadero séquito no solo de ministros, asesores y ayudantes, sino también de agentes del Servicio Secreto y vehículos para su ... transporte a Europa y dentro de ella. Son más de 400 los agentes los que viajan con el presidente norteamericano, con 50 vehículos para su transporte y el de los funcionarios que le acompañan.
El presidente hizo el viaje trasatlántico en el avión Air Force One, un Boeing modelo 747-200B, un jumbo transcontinental de fuselaje ancho. En realidad no hay solo un Air Force One, hay varios, que la Casa Blanca intercambia dependiendo de la longitud del viaje. Además, en Europa acompaña a Biden y su equipo el helicóptero Marine One, que emplea para viajes cortos. Y para transporte en tierra, utiliza la limusina blindada apodada 'La Bestia ', fabricada por General Motors, que en realidad son dos modelos distintos que se intercambian.
Además, en Reino Unido acompañaron al séquito presidencial al menos cinco helicópteros . Dos modelo Sea King y tres Osprey de reciente fabricación, que fueron detectados a la llegada del presidente y la primera dama. Estos helicópteros y otros vehículos fueron transportados desde EE.UU., antes de la llegada de Biden, en un Boeing C-17 Globemaster III, un avión de transporte militar pesado de largo alcance desarrollado por McDonnell Douglas y que suele emplear la Fuerza Aérea norteamericana.
Aparte de los asesores y asistentes, han acompañado a Biden al viaje a Europa: Antony Blinken, secretario de Estado, Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional; Jeffrey Zients, coordinador de respuesta a la pandemia de coronavirus; Daleep Singh, asistente del presidente; Amanda Sloat, asistente especial del presidente para Europa, y Rebecca Neff, directora de la oficina europea en la Casa Blanca. Cada uno viaja con sus asesores o asistentes. La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, viaja también con varios subalternos.
Sin autoridades locales
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin , llegó ayer a mediodía a Ginebra a bordo de su avión presidencial, un Iliushin-96 blanco con el logotipo «Rossiya» (Rusia) en el fuselaje, además de dos banderas rusas pintadas, una en la cola y la otra longitudinal a modo de cinta.
Putin pudo haber sido recibido en el aeropuerto por el alcalde de Ginebra y otras autoridades locales, como sucedió el día anterior con Biden, pero rechazó tal posibilidad. Según la agencia TASS, el argumento del Kremlin para eludir tal protocolo fue que el viaje a Suiza «no es una visita de Estado bilateral con las autoridades helvéticas, sino con el presidente de Estados Unidos».
Simplificada así la llegada, Putin descendió por la escalerilla del avión hasta llegar a su flamante limusina «Aurus», completamente blindada y de fabricación rusa. Una réplica del Rolls Royce británico . Había una decena más de vehículos idénticos, todos de color negro, para los guardaespaldas. Toda esa comitiva fue escoltada por motoristas hasta la llegada a la sede de la cumbre, el palacete principal en la Villa La Grange, a donde Putin llegó unos minutos antes que Biden y en donde fue recibido por el presidente suizo, Guy Parmelin.
Se da la circunstancia de que el estamento que vela por la seguridad de Putin , el llamado Servicio Federal de Protección, suele involucrar a unos 300 agentes en los desplazamientos fuera del país. Se observó claramente el 4 de julio de 2019, cuando el jefe del Kremlin efectuó una visita relámpago a Roma de un solo día para ver al Papa, al presidente italiano, Sergio Mattarella, al primer ministro, Giuseppe Conte, y a los dos vicepresidentes, Matteo Salvini y Luigi di Maio. Se reunió también con su amigo Silvio Berlusconi .
En aquel viaje, Putin llegó a Roma por la mañana y, desde el aeropuerto de Fiumicino , se dirigió directamente al Vaticano con un séquito de una treintena de vehículos. La Policía había cerrado al público el acceso a la Plaza de San Pedro y cortado varias calles del centro de la capital italiana. Hoy en Ginebra no ha sido todo tan aparatoso, ya que el Gobierno helvético, según la agencia RIA-Nóvosti, ha asignado un millar de militares y 3.000 policías para garantizar la seguridad de la cumbre. El espacio aéreo del país permanecerá además cerrado mientras dure el encuentro de los dos presidentes.
Vestidos del mismo color
Putin y Biden vestían este miércoles trajes del mismo color, el primero lucía además corbata morada pálida y el segundo azul celeste. Casi los mismos colores e indumentaria que ambos mostraron en marzo de 2011, cuando el ahora presidente norteamericano era vicepresidente en la Administración de Barack Obama y Putin era primer ministro con Dmitri Medvédev al frente del Kremlin en un único mandato de cuatro años.
Biden fue ayer el primero en tenderle la mano Putin en el primer apretón después de diez años. « Siempre es mejor verse cara a cara », lanzó después el jefe de la Casa Blanca.
Ya sentados en el interior de la mansión, en la biblioteca, en compañía de los traductores y los respectivos jefe de las Diplomacias rusa y estadounidense, Serguéi Lavrov y Antony Blinken , Putin dijo tener la esperanza de que la reunión «sea productiva». En ese momento se organizó un pequeño tumulto con los cámaras que no pudieron tener acceso al comienzo de las conversaciones. El rostro de Lavrov mostró en ese momento preocupación, ya que parte de los implicados eran medios rusos. La cumbre comenzó a eso de las 13.30, hora central europea y duró tres horas y media, algo menos de las cinco horas previstas.
La delegación rusa estuvo compuesta, entre otros, por Lavrov, Ushakov, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov , el embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, el jefe del Alto Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, el general Valeri Guerásimov, el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, el encargado dentro de la Administración Presidencial de lo asuntos relacionados con el conflicto con Ucrania, Dmitri Kózak, y el representante especial de Putin para Siria, Alexánder Lavréntiev.
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