Abecedario del pulso de Putin al mundo libre

Las imágenes de civiles muertos dieron la vuelta al mundo en abril, provocando indignación y estupor. Desde la liberación de esta localidad del norte de Kiev, más de 400 cadáveres fueron retirados de las calles. Muchas víctimas fueron ejecutadas. Zelenski acusó de genocidio al Kremlin y la ONU pidió una investigación por crímenes de guerra.

Ucrania asegura haber identificado 13.000 posibles casos , acusaciones que niega tajantemente Rusia. Ayer, un tribunal ucraniano condenó a un soldado ruso a cadena perpetua por matar a un civil desarmado en el primer juicio por crímenes de guerra en este conflicto.

Después de abandonar su asalto a la capital, Rusia centra desde hace dos meses su ofensiva en el este y el sur ante las crecientes sanciones y una feroz contraofensiva ucraniana reforzada por las armas occidentales. Kiev ha descartado todo acuerdo de alto el fuego que suponga la cesión de territorios a Moscú.

Zelenski entró en juego también en el terreno musical y pidió el voto para los representantes de Ucrania. Kalush Orchestra y la canción ‘Stefania’ ganaron el certamen gracias a la gran ola de solidaridad desplegada entre el público. Nada más acabar la actuación, los artistas lanzaron un mensaje de ayuda para su país.

Irpín, Bucha o Járkov son algunas de las grandes barreras defensivas que las fuerzas rusas no han sido capaces de superar. Si la primera etapa se caracterizó por los intentos de abrirse paso rápidamente con bombardeos, desde abril el Kremlin está ejecutando un avance más metódico.

La crisis desatada en el extremo oriental de Europa ha sembrado muchas dudas sobre el suministro energético de la Unión Europea. ¿Puede prescindir del gas ruso? La clave es Alemania . Los países comunitarios llevan años sustituyendo plantas de carbón y centrales nucleares por fuentes renovables, pero aún no es suficiente.

Rusia y Ucrania suministran el 28% del mercado mundial de trigo . El coste de los alimentos en algunas de las regiones más pobres del mundo se ha disparado desde el inicio de la invasión, según un estudio de Alianza por la Solidaridad-ActionAid. Por ejemplo, un paquete de pasta cuesta un 275% más que hace tres meses en comunidades de Líbano, mientras que el precio de una barra de pan en Somalilandia es un 163% más alto.

En otoño de 2021, la inteligencia de EE.UU. ya advirtió a sus socios europeos y a Ucrania de una potencial invasión rusa por el este del país, donde desde hace 8 años se vive una guerra de baja intensidad. Pese a las imágenes de satélite que mostraban una actividad inusual de las fuerzas rusas al otro lado de la frontera, ni Kiev ni la diplomacia europea reconocían que Rusia fuera a atreverse a una escalada de consecuencias incalculables.

Desarrollado en EE.UU. en los años 90, se ha convertido en el misil de la resistencia ucraniana frente a los tanques rusos. Kiev ha recibido varios cargamentos de estas armas para frenar el avance de blindados.

Después de seis semanas de constante amenaza de asalto, el mundo fue testigo de cómo esta región era totalmente liberada del asedio y la ocupación de las tropas rusas. Las fuerzas enemigas fracasaron en su intento de llevar a cabo una operación relámpago sobre la capital. Tampoco pudieron cercarla, por lo que optaron por retirar sus tropas de forma acelerada. Un duro revés para Putin.

La alianza entre Moscú y Minsk se reforzó desde las elecciones fraudulentas de 2020. En los meses anteriores a la guerra, se desplegaron numerosas tropas rusas hasta la frontera de Ucrania con Bielorrusia. Pero la entrada de tropas bielorrusas en el conflicto no ha pasado de amago. Ante el fracaso militar ruso, en algunos momentos hasta el propio Lukashenko se ha soltado un poco la soga del cuello.

El nombre de esta urbe situada junto al mar de Azov (445.000 habitantes, antes de la guerra) quedará grabado, sin duda, en la memoria como símbolo del asedio y destrucción masiva, como en el pasado lo fueron Alepo (Siria) y Grozni (Chechenia) . Una ciudad mártir azotada por tragedias históricas.

‘Desnazificar’ Ucrania es uno de los principales argumentos de propaganda del Kremlin para justificar la invasión de Ucrania. Esto es: ‘liberar’ a la población rusófona de las ‘garras ucranianas’. Y el símbolo de esta operación es la famosa letra Z .

En España, las fricciones de la coalición de Gobierno marcaron las primeras semanas. Contra los llamados «partidos de la guerra», las ministras de Podemos criticaron los envíos de armas promoviendo en su lugar «diplomacia de precisión». En abril, Zelenski intervino en el Congreso recordando Guernica y la actividad en Rusia de dos empresas españolas. Aun así, pese a la visita de Pedro Sánchez a Kiev, la ayuda militar española se encuentra a la cola de Occidente.

Su supuesta expansión hacia el este ha sido uno de los pretextos del aparato propagandístico ruso para justificar la invasión de Ucrania. Sin embargo, lo que Putin ha logrado ha sido incitar que países históricamente neutrales, como Suecia y Finlandia , soliciten su adhesión a la Alianza Atlántica para disuadir a Rusia de no repetir ‘operaciones’ como la de Ucrania.

El autócrata ruso ha cruzado todas las líneas rojas posibles y ha sido acusado de un total de 13.000 presuntos crímenes de guerra por parte de la Fiscalía General ucraniana. Además, está conduciendo a su país a una férrea dictadura. Un ejemplo es la represión ejercida contra los ciudadanos rusos contrarios a la invasión.

El fundador del batallón Azov, Andrei Biletsky , fue el primero en denunciar el uso de armas químicas en Mariúpol por los rusos. Aseguró que tres personas habían resultado heridas leves al arrojar el Kremlin una sustancia venenosa de origen desconocido desde un dron sobre la acería de Azovstal. Las fuerzas prorrusas negaron el ataque químico.

Más de 14 millones de personas han huido de sus hogares desde el inicio de la invasión, según la ONU. Cerca de seis millones y medio se han ido a países vecinos, mientras que ocho millones están desplazadas dentro del propio país.

En los primeros días de la invasión , Kiev tenía muy claro qué necesitaba de Occidente: desconectar a Rusia del sistema SWIFT, congelar las cuentas del Banco Central Ruso e imponer una zona de exclusión aérea. Pues bien: se desconectó a algunas entidades y se congelaron activos, pero se descartó la exclusión aérea para no internacionalizar la guerra. Desde entonces y a marchas forzadas, la UE busca reducir su dependencia energética.

Rusia habría perdido cientos de blindados. Fuentes especializadas, como el blog Oryx, han confirmado la destrucción de 361 tanques rusos y se calcula, además, que Ucrania ha capturado otros 239. Las razones: armamento antitanque occidental entregado a Ucrania y fallos colosales en la estrategia rusa.

Ucrania aspira a entrar en la UE, pero ese sueño queda todavía muy lejos (no menos de una década de espera). De momento, gana fuerza el proyecto que promueve el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel : una comunidad geopolítica europea que pueda acoger a Kiev pero sin debilitar a la UE.

Como cada 9 de mayo , Rusia conmemoró el triunfo del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi. Cabía la posibilidad de que este año Putin usara la efeméride para declarar formalmente la guerra. En su lugar: críticas a Occidente, a la OTAN y a Kiev por poner en peligro la seguridad de Rusia.

La otra guerra de Zelenski se libra en internet y en redes sociales. El presidente ucraniano ha demostrado que los conflictos bélicos en 2022 son híbridos: se disputan en el campo de batalla, pero también en el de las comunicaciones. No es la primera vez que el perdedor de una guerra se convierte en el vencedor moral y mediático.

Embarcaciones de lujo e inmuebles de los mayores oligarcas rusos han sido objetivo de las autoridades policiales de España, Italia o Reino Unido desde el inicio de la contienda. Son varios los nombres de empresarios pro-Kremlin que han visto sus propiedades afectadas o sus activos congelados, como, por ejemplo, el dueño de Día, Mikhail Fridman , o el propietario del Chelsea FC, Roman Abramovich .

La guerra le ha convertido en héroe de Ucrania y símbolo de la resistencia . Reacio a abandonar Kiev y vestido siempre con su camiseta militar caqui, el que fuera cómico se ha forjado una imagen de líder cercano, valiente e hiperactivo.