El misterio del vuelo MH370 podría no llegar a resolverse

Localizar las cajas negras en la inmensa zona de búsqueda, a unos 2.500 kilómetros al suroeste de Perth, sobre la costa occidental australiana, es casi misión imposible. Incluso si los investigadores las recuperaran, los expertos creen que las grabaciones podrían no ser la llave del misterio.

¿Por qué el Boeing cambió súbitamente de ruta, una hora después del despeque desde Kuala Lumpur, para girar hacia el oeste en dirección contraria a su destino (Pekín)? ¿Por qué fueron desactivados los sistemas de comunicación? ¿Por qué voló durante más de siete horas hasta agotar su combustible? ¿Y por qué se perdió en los confines del sur del Océano Índico, lejos de tierra?

El DFDR (Digital flight data recorder), que registra todos los parámetros del vuelo (velocidad, altitud...) «debería proporcionar mucha información» indica el gabinete de análisis Leeham Co.

Pero el registro de vuelo fónico, segunda caja negra a bordo de un avión comercial, que revelaría las palabras pronunciadas en la cabina y por tanto las decisiones tomadas, no guarda más que las dos últimas horas de conversación en vuelo.

Las palabras tras el brusco cambio de rumbo, a mitad de camino entre las costas malasias y las vietnamitas, se han perdido. La caja negra «no dirá nada de lo que pasó sobre el golfo de Tailandia. Eso se ha borrado», añade Leeham Co. en una nota.

Se contemplan tres escenarios: el secuestro, el sabotaje por parte de uno o dos pilotos, o una crisis repentina que inutilizó a los pilotos y a la tripupulación y dejó el aparato con el piloto automático hasta el final.

Para Chris Yates, experto en la industria aeronáutica, «parece poco probable que un día obtengamos una explicación» sobre la desaparición del avión.

«No tenemos ninguna idea del estado mental del piloto y del copiloto, no sabemos si alguien pudo introducirse en la cabina para tomar el mando, y no hemos recibido ninguna reivindicación», señaló a la BBC. «Es un misterio sin igual»

Aviones australianos y chinos divisaron restos el lunes en la zona que podrían ser del avión, pero el mal tiempo ha obligado hoy a interrumpir la búsqueda. «Como investigadores, necesitamos pruebas físicas y por el momento no tenemos ninguna con la que trabajar», subraya Anthony Brickhouse, miembro de la Sociedad internacional de investigadores en Seguridad Aérea.

Las cajas negrascontinuarán emitiendo una señal alrededor de quince días.Si no son localizadas, «es probable que nunca sepamos lo que pasó», estima Paul Yap, profesor de la universidad politécnica Temasek de Singapur.