Una ola de huelgas sectoriales amenaza a Alemania

Esa contención (o congelación) salarial comienza a tener consecuencias para la economía germana: una ola de manifestaciones sectoriales están siendo organizadas por diferentes sindicatos para pedir aumentos de sueldos. Los recientes paros en Lufthansa o en Deutsche Post (servicio postal) son claros ejemplos. En el caso de la compañía aérea, el sindicato Verdi exige puestos de trabajo más seguros para los 33.000 empleados así como un aumento salarial del 5,2 por ciento. La empresa sólo ofrece un aumento del 0,5 por ciento. Verdi amenazó ayer mismo con nuevos paros la próxima semana si Lufthansa no pone una mejor oferta sobre la mesa.

Hacía tiempo que los sindicatos venían avisando: si la economía alemana mantiene su crecimiento, y con ella la recaudación fiscal, y las empresas siguen cosechando beneficios gracias en parte a la contención salarial de los últimos años, los trabajadores exigen una compensación. Y si esas compensación no cumplen con las expectativas sindicales, las huelgas sectoriales están servidas. «La impaciencia crece. Ello se refleja en el número de demandas salariales y en la creciente conflictividad laboral», asegura Reinhard Bispinck, del Instituto de Ciencias Económicas y Sociales (WSI), en declaraciones a la agencia Reuters.

Según datos del WSI, el año pasado el número de trabajadores alemanes que se sumó a huelgas y paros aumentó casi un millón respecto a 2011. La industria metalúrgica y administración pública fueron los sectores que registraron más protestas. A pesar del aumento de la conflictividad laboral en el país centroeuropeo, los alemanes pertenece al grupo de trabajadores que menos se declaran en huelga del mundo.