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ABC Cultural

El vestigio secreto que demuestra las brutales prácticas de los soldados americanos en la IIGM

El cementerio Oise-Aisne, dedicado a los estadounidenses caídos en la Primera Guerra Mundial, cuenta con una pequeña parcela imposible de visitar en la que descansan los restos de 94 combatientes ajusticiados por cometer todo tipo de barbaridades contra la población civil

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Manuel P. Villatoro

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La labor del soldado es oscura y anónima. Consiste, como espetó en su momento el general George Patton , en seguir una norma básica: «Lograr que algún desgraciado muera por su país antes de que él consiga que tú mueras por el suyo». Por ... si fuera poco, la historia recuerda siempre a los altos oficiales, pero jamás al militar de base dispuesto a dejarse la sangre en Salerno o en la fina arena de Normandía . Por eso, para naciones como Estados Unidos son tan importantes los monumentos y los cementerios militares. Porque, gracias a ellos, los nombres de los combatientes se ganan su pequeño hueco en la memoria colectiva y no caen en el olvido más absoluto. Lugares de descanso eterno como el camposanto de Coleville (ubicado a escasos metros de Omaha ) son ejemplo de ello al albergar a más de 10.000 héroes norteamericanos.

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