El cuadro perdido que reescribió la batalla más épica de la Monarquía hispánica tiene al fin su documental
El documental 'Bahía 1625, historia sobre lienzo' reconstruye la expedición hispano-portuguesa que recuperó la ciudad brasileña
El gigantesco tesoro histórico de seis metros que la Armada expone por primera vez en décadas
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Iniciar sesiónCuatro siglos han pasado ya desde que la Monarquía Hispánica demostrara a todo el Viejo Continente su músculo en las Américas con la reconquista a los holandeses de Salvador de Bahía. Décadas y décadas en las que Europa entera estaba convencida de que ... tamaña gesta militar, cruzar el Atlántico con una armada de dimensiones nunca vistas y sitiar una ciudad brasileña, había sido liderada por el conde-duque de Olivares, que les sonará por su trayectoria como valido de Felipe IV. Pero el pasado esconde sorpresas, y la de esta historia salió a la luz en 2020, cuando un gigantesco cuadro perdido en el tiempo desveló que la gloria pertenecía en realidad a otro militar: Fadrique de Toledo Osorio, I marqués de Villanueva de Valdueza. Un genio caído en desgracia por sus enfrentamientos con el lugarteniente del monarca.
«El hallazgo fue un hito histórico. No se descubren cuadros del siglo XVII todos los días y, sobre todo, no se descubren cuadros con tal cantidad de historias dentro», explica a ABC Antonio Pérez Molero. El director de cine está de enhorabuena, pues acaba de estrenar 'Bahía 1625, historia sobre lienzo', un documental en el que narra el largo camino desde que el óleo fuera descubierto por David García Hernán (catedrático de Historia Moderna de la Universidad Carlos III de Madrid) en la casa del actual Marqués de Valdueza, hasta su restauración y análisis en busca de la verdad pretérita; en este caso, la restauración del honor de don Fadrique una eternidad después. Porque sí, a veces, es necesario que corran las hojas del calendario para que la realidad salga a la luz y la justicia se materialice.
A Molero se le ve orgulloso. Lógico, pues da a conocer el resultado de un año de metraje y montaje. Sin embargo, admite que su trabajo es una de las muchas patas que existen en este proyecto. «Me siento muy agradecido al profesor García Hernán, fue él quien supo ver la importancia del cuadro y el que puso en marcha todo el equipo de investigación sobre la obra, que tuvo su máxima expresión en la magnífica exposición que el Museo Naval de Madrid organizó este pasado año, 'Annus Mirabilis, el crédito de España', con el cuadro como pieza principal», explica a ABC. Y eso, sin contar la larga lista de conferencias y mesas redondas que se han impartido por todo el globo y la publicación de un ensayo coral sobre el tema: 'Historia sobre lienzo. Sitio y empresa de Salvador de Bahía, 1625' (Sílex).
La historia bien se merecía un documental, y este, basado en la animación del lienzo en la gran pantalla, ha llegado de la mano de Molero. «Comenzamos en marzo de 2024, gracias sin lugar a duda al Museo Naval, que desde un primer momento apoyó el metraje y lo hizo posible. A ello le siguió un año y medio más de trabajo entre documentación previa, escritura de guion, localizaciones y el rodaje», explica a ABC. Este último, confirma, les ha llevado a Lisboa, Ámsterdam, Cádiz, Salamanca, Salvador de Bahía y Madrid.
El director afirma que los retos han sido muchos, pero más las satisfacciones. «Lo más difícil ha sido el poco tiempo con el que hemos contado, teniendo en cuenta que teníamos que estrenarlo en 2025 coincidiendo con el 400 aniversario de los hechos. También ha sido complicado conseguir la financiación suficiente para realizarlo con los estándares que nos propusimos desde el principio, pero, por lo demás, ha sido una gran aventura», incide. Aunque lo que más le regocija es haber hecho justicia a un personaje olvidado bajo la alfombra de la historia. «De no haber tenido el enfrentamiento con Olivares, seguro que Fadrique sería tan conocido hoy en día como Ambrosio Spínola u otros militares de la época», finaliza.
Hallazgo y empresa
El comienzo de este proyecto está fechado: 2020. Fue entonces cuando Alonso Álvarez de Toledo y Urquijo, el XII marqués de Valdueza, mostró el lienzo a García Hernán. A partir de ahí se orquestó el despliegue. «Como historiador, desde el principio vi que el cuadro era un libro de historia abierto. Un testimonio de la batalla que no era estático, sino que la narraba por fases», explicaba el catedrático a ABC hace menos de un año. Y de ahí, a un despliegue colosal que arrancó con la restauración del óleo, de 3 metros de ancho por 1,62 de alto, de la mano del Museo Naval y que continuó con una larga lista de pruebas en busca de su autoría y de sus secretos.
Lo que sí está claro es la historia de la conquista de la ciudad. Según García Hernán, los holandeses arrebataron Salvador de Bahía a la Corona en mayo de 1624. El golpe fue de los que duelen porque desde aquellas lejanas tierras se controlaba el tráfico de plata, pero también por el posible efecto dominó. Estaba en juego la reputación de la Monarquía. El 12 de diciembre partió de la península la mayor flota que cruzaba el Atlántico hasta la fecha: 52 buques hispano-portugueses, 12.566 hombres y 1.158 cañones. Y al mando, don Fradrique, veterano de la batalla de Gibraltar y de combates contra los bereberes. La combinada arribó a su destino el 31 de marzo de 1625, lunes de Pascua, y nuestro protagonista desembarcó a sus hombres en dos playas cercanas.
Ya en tierra, levantó tres campamentos con los que sitió la ciudad. Fue un visto y no visto. El 30 de abril se firmaron las capitulaciones y aquella perla volvió a relucir con destellos católicos. A partir de ahí, cada cual quiso apoderarse de la victoria y forjar su propio relato. Pero el que ganó fue el conde-duque, valido de Felipe IV. «La crónica oficial fue la de Tomás Tamayo de Vargas, muy adulatoria con Olivares», explicaba García Hernán a este diario.
A cambio, el resto de visiones quedaron sepultadas; entre ellas, la de un don Fadrique apartado de la corte y la de su cronista personal. En la actualidad, el equipo de investigadores sostiene que el encargo pudo venir de su familia; buscaban restaurar su honor. Con todo, siguen estudiando quién fue el pintor al que eligieron. Las conclusiones, sostienen, las presentan en el ensayo.
–El grueso del documental se basa en la animación del cuadro ¿Qué dificultades ha planteado?, ¿cómo se ha realizado?
La animación del cuadro ha sido posible gracias a la entrada en el proyecto de Daniel Herrera (Akanko Studios), un animador español afincado en Tokio con el que había trabajado ya en otros proyectos. Desde el comienzo le pareció un reto impresionante, el contar la batalla a partir de un cuadro del siglo XVII, y se puso a ello con entusiasmo. Hemos trabajado sobre las animaciones durante seis meses, prácticamente a mano, animando cada secuencia 'frame' a 'frame', recortando digitalmente las manos, piernas, cabezas, armas… de cada personaje y animándolas de manera casi artesanal, porque las herramientas de IA que se probaron apenas han servido para limpieza de fondos.
«El hallazgo ha sido un hito histórico. No se descubren cuadros del siglo XVII todos los días y, sobre todo, no se descubren cuadros con tal cantidad de historias dentro»
Antonio Pérez Molero
Daniel tiene, además de una gran técnica, una gran sensibilidad, que le dan a las secuencias de animación un toque cinematográfico. La verdad es que ha sido pura magia, o alquimia, porque yo le proponía la acción a representar en una secuencia a partir del guion, le daba el texto que la acompañaba (extraído siempre de testimonios de la época) y el les deba literalmente vida.
–Han grabado en Salvador de Bahía… ¿Qué recuerdo cree que queda allí de los españoles?
En Salvador se pueden recorrer hoy en día muchos de los escenarios de lo sucedido en 1625, incluso hay placas conmemorativas, pero curiosamente no se tiene conocimiento del pasado español de Brasil, algo que nos resultó sorprendente, sobre todo porque si existe un amplio conocimiento del pasado holandés. Para muchos bahianos era la primera mención que recibían sobre nuestro pasado conjunto, algo que les sorprendía mucho. Yo tengo la sensación que este olvido debe ser un efecto colateral de la ruptura entre España y Portugal iniciada en 1640. Con todo, el documental se proyectó en Bahía la semana pasada, gracias al Instituto Cervantes y el Instituto Flàvia Abubaki de Salvador, y la acogida fue maravillosa. Una señora del público comentó que deberían verlo en todas las escuelas de Bahía para que los bahianos conozca su historia.
–¿Qué opina de don Fadrique?, ¿lo considera un héroe maltratado por la historia?
Don Fadrique es un personaje muy interesante, igual que su antagonista final en la historia, el Conde-Duque de Olivares, otro personaje que bien merece una revisión profunda cinematográfica, porque tiene de todo, inteligencia, ambición, modelo de estado… y ego. Yo creo que Don Fadrique es además un buen ejemplo de como era nuestra sociedad entonces, en la que la nobleza representaba la máxima categoría social y moral. En su enfrentamiento final con el conde-duque pesan también mucho las lógicas nobiliarias, el honor.
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