Josep María Mainat y cómo intentó asesinarle su mujer: «Me intentó matar... pero me salvó»

El programa de 'true crime' trató de encajar todas las piezas del rompecabezas ofreciendo un retrato particularmente tenebroso de Ángela Dobrowolski, quien «inyectó insulina con ánimo de matarle para no verse apartada de una herencia millonaria», según arrancó Mamen Mendizábal. «Olviden todo lo que hayan visto de este caso. Borren la imagen que se hayan creado sobre sus protagonistas. Según la sentencia, estuvo a punto de morir. No todo lo que pasó en esa casa está recogido en la sentencia. Hay detalles que solo Mainat sabe», añadía.

Soltado el gancho, llegó el relato del propio Josep María Mainat mientras Ángela Dobrowolski cumple condena por el intento de homicidio de su marido. Ha intentado fugarse y en la cárcel conoció a Rosa Peral, a su vez condenada por el asesinato de su pareja, Pedro Rodríguez. Se hicieron amigas, se contaron cosas y luego fueron separadas «por mal comportamiento».

Las cámaras de la casa del excomponente de La Trinca captaron aquella noche las 14 veces que Ángela Dobrowolski salió del dormitorio, fue a la cocina y regresó a la habitación. Ya en la madrugada inyectó insulina al que era su marido. Y no murió porque ella llamó a los servicios de Emergencia, si bien la sentencia advierte que todo formaba parte de un plan: mientras llegan los sanitarios, Mainat muere y ella puede decir que intentó socorrerlo.

Sin embargo, Josep María Mainat es más romántico y cree firmemente que lo hizo por un arrebato final de amor. «Ella me intentó matar... pero me salvó. Si Ángela no hubiera llamado a los servicios de Emergencia, estaría muerto», ha asegurado con determinación ante una incrédula Mamen Mendizábal.

Sus amigos dicen que sufre el síndrome de Estocolmo, aunque él afirma que no es así, que todo iba uy bien hasta que ella se metió en problemas. «Volvió a tontear con las drogas, pasó de la coca a la meta y a otras drogas más duras. Y se transformó completamente en alguien mala, diabólica, delincuente, hasta capaz de asesinarme» ha dicho en el programa. «A esa persona la odio profundamente, pero a la otra todavía la quiero», ha confesado.

La pareja decidió separarse en 2019 y fue entonces cuando Ángela Dobrowolski «empezó a cambiar» y experimentar «brotes psicóticos», ha relatado Mainat. «Hasta que me tiró un bote de mermelada a la cabeza. Ese día llamé a la abogada para preparar los papeles del divorcio». Y comenzaron las discrepancias por el dinero. En la noche en la que se cometió el delito, mantuvieron una fuerte discusión antes de la cena y ella «se volvió loca». Su exmujer estaba en cuarto año de Medicina y sabía qué hacía la insulina y cómo salvarle o dejarle morir.

Por increíble que parezca, siguieron viviendo juntos después de la fatídica noche porque hubo una sentencia judicial donde «el juez no se quiso mojar, con lo cual el domicilio conyugal de ella seguía siendo ese». Por eso, «Ángela entraba y salía de casa como quería» y entonces Mainat contrató «a un segurata que estaba conmigo todo el rato si estaba Ángela».

«¿Crees que llamó para salvarte la vida?», le ha insistido Mamen Mendizábal, a lo que Mainat ha respondido: «Sí, creo que me vio muriéndome al lado de los niños y llamó». Llamar a Emergencias la salvó de una larga condena: «El fiscal decía que no llamó para salvarme a mí, sino para salvarse ella, pero cuidado con eso. Si hubiera fallecido, toda esa historia que he contado no se sabría, yo hubiera amanecido muerto en la cama», ha concluido el productor.