Gastronomía
Cinco lugares donde probar un buen sándwich de pastrami en Madrid
Este bocado rápido de carne de ternera curada y ahumada gana adeptos en la capital. La receta que puso de moda Nueva York y el cine cuenta con buenas sucursales en Madrid
Bocadillos por los que merece la pena mancharse las manos
Madrid
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Iniciar sesiónEl sándwich de pastrami le debe tanto a Meg Ryan y a Billy Crystal como las magdalenas al atormentado Marcel Proust. Sally y Harry en la ficción –el éxito 'Cuando Harry conoció a Sally', de Rob Reiner en 1989– exportaron fuera de Nueva ... York, y a través de la gran pantalla, un entonces centenario local llamado Katz y un bocadillo judío que casi se le atraganta al protagonista de la comedia romántica, responsable del orgasmo fingido más famoso de la cinematografía.
Madrid no es Nueva York y la película en cuestión ya goza del título de clásico, pero el pastrami –carne de vacuno curada en salmuera, especiada y ahumada durante horas– parece estar de plena actualidad en la capital, aunque muchos no conozcan bien qué es realmente ni su origen.
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Este fiambre frío se le atribuye a los judíos húngaros y rumanos –algunos historiadores apuntan directamente a los emigrados desde la región de Besarabia– que llegaron a Estados Unidos a finales del siglo XIX. Pastrami significa algo parecido a 'carne apretada' y, genuinamente, no se hacía con vacuno sino con aves como la gallina o el pavo. Hacerlo con ternera fue, según apuntan, una cuestión de costes: esta carne era mucho más barata.
Aquí una selección de restaurantes en los que probar algunos de los mejores sándwiches de pastrami de Madrid:
Katz (el de Madrid)
David Bibi Katz, un expiloto de la Fuerza Aérea Israelí, inauguró su restaurante Katz en Madrid en 2020, en plena pandemia. Desde entonces, y en muy poco tiempo, se ha convertido en un adalid de las carnes ahumadas. Su espacio, al que se suman un obrador artesanal, una tienda y una panadería sin gluten, recoge todas las influencias norteamericanas, europeas e israelíes que conviven en Nueva York.
Su apellido, y el nombre elegido para este rincón de Chamartin, es precisamente un homenaje al legendario Katz neoyorquino y templo del sándwich de pastrami, propiedad de la misma familia con la que David comparte raíces. David sirve este bocadillo en pan de cristal y ofrece dos versiones: esa ancestral de pollo o la popularizada en Estados Unidos de ternera.
Dirección: Gabriel Lobo, 26. Madrid.
Precio: 21,8 euros (medio 13,80 euros).
TerZio, oda a la cocina entre panes
TerZio es el espacio hermano –y pequeño– del restaurante TreZe. Saúl Sanz, su chef hace brillar en este bar la cocina informal y viajera que no siempre cabe en su espacio gastronómico. La cultura de barra y tercio de cerveza se complementa en este rincón del barrio de Goya con una cocina entre panes que cuenta con una clientela fiel. Entre otros –como el brioche de chipirones– está su particular versión del sándwich de pastrami que aliña con mostaza y acompaña de lombarda encurtida.
Dirección: General Pardiñas, 25. Madrid.
Precio: 13 euros.
St Germain
St Germain, un coqueto bistró próximo al mercado de Chamartín, cuenta con una cocina pensada para compartir, conservas de calidad y recetas clásicas francesas como la quiche o el 'caussoulete'. Pero también con bocados que rompen el guion del país vecino como el sándwich de pastrami que sirven en pan brioche con rúcula, tomates secos y una mayonesa especial que elaboran en la casa.
Dirección: Cochabamba, 21. Madrid.
Precio: 18 euros (para dos personas).
Fayer, sándwich de 'pastrón'
Fayer es un restaurante que propone cocina israelí y parrilla argentina en un coqueto local ubicado en Chamberí. Abierto en plena pandemia, replicó el modelo que ya funcionaba en Buenos Aires. Dentro del culto que los argentinos rinden a las carnes, este espacio cuenta con una versión del clásico sándwich de pastrami que aquí llaman 'de pastrón' y que acompañan con mostaza antigua, cebolla caramelizada y pepinillos.
Dirección: Orfila, 7. Madrid.
Precio: 25 euros.
Tu propia casa: con ayuda de Mallorca y Petramora
Mallorca elabora en sus tiendas multitud de bocados salados entre los que se encuentra su versión de esta receta dentro de la línea New York Sandwiches, junto a otras cuatro opciones. Un bocadillo que ilustra esta carne curada y ahumada con pepinillos, queso cheddar, salsa de mostaza picante y pan de cereales. Su precio es de 2,25 euros y está disponible en todas las tiendas de Mallorca y a través de su web.
Por su parte, Petramora –una suerte de mercado que ha acercado el campo desde un prisma novedoso a la mesa de sus clientes– se ha unido al proyecto de delivery de Pan Soul para elaborar una versión conjunta de este clásico americano. En la línea de filosófica que ambos comparten, basados en poner en valor el origen de las materias primas y el respeto por el sector primario español, sus ingredientes son todos de productores nacionales.
El bocadillo en cuestión está hecho con pastrami de Cecinas Pablo, ahumado en leña de roble y encina; las piparras de Zubelzu, recogidas y embotadas en el mismo día; queso artesano Lazana, de leche de vaca de pasta blanda y corteza natural del quesero asturiano David Fernández; mostaza de cerveza de Rooftop Smokehouse; y hogaza de masa madre artesana elaborada por Javier Marca desde su obrador artesanal Panic, en Madrid.
MÁS INFORMACIÓN
El sándwich de Pastrami de Petramora y Pan Soul está disponible a través de la web de Orchestra Kitchen o de las plataformas Uber Eats y Glovo a un precio de 13,90 euros.
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