De preparar bocadillos imposibles a dar el salto a 'Supervivientes', la historia de Ginés Juan 'Corregüela'

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Adrián Delgado

La aparente sencillez formal de este bocado, al que se rinde culto en toda España, esconde una gran diversidad de recetas

Durante el último año, Corregüela no ha hecho más que ganarse el cariño de todos sus seguidores en las redes sociales, y lo ha hecho a base de no dejar de sorprenderlos. Atrás han quedado los vídeos haciendo parodias o bailando con su hija, porque Ginés encontró finalmente el tipo de contenido que arrasaba entre sus 'followers': la elaboración de bocadillos. Lo supo tras publicar cómo preparaba un clásico emparedado de tocino, que tras poco tiempo alcanzaba su primer millón de visitas.

Esto tan solo fue el precedente. A partir de entonces, el actual concursante del reality de Supervivientes no ha parado de crear nuevas elaboraciones, cada una de ellas más llamativa que la anterior. Desde salchichas con riñones de cordero y huevos fritos hasta bocadillos de grandes hojas de lechuga, tomate, pepino, lomo adobado, mortadela, jamón serrano, queso y huevos fritos. Las elaboraciones son de tal tamaño que, en ocasiones, el 'tiktoker' debe sujetarlos con algunas gomas para poder comerlos. Siempre sin olvidar retirar los picos del pan para su pavo Felipe, su acompañante incondicional.

Su éxito en las redes sociales han hecho que Corregüela se posicione como uno de los favoritos gracias a sus más de dos millones de seguidores en las redes sociales, y donde ya ha superado su primera nominación al ser salvado por el público. En estos momentos, el 'influencer' recuerda a su hija Laura con emoción, y le agradece haberle animado a introducirse en este mundo. «Estoy aquí gracias a ella», reconocía entre lágrimas. Esta le defiende desde el plató, y habla con la misma naturalidad que lo hace su padre desde América Central.

A pesar de haber dado el salto a la televisión, el ubetense mantiene su personalidad y esencia que le han hecho triunfar. En cada gala del programa menciona varias veces su lema: «que empape», repite tras una sonrisa. Con esto hace referencia a otra de sus características más propias, la cantidad de aceite de oliva que añade al principio de cada de sus bocadillos. Así, continúa dando momentos de entretenimiento y risas a sus seguidores, esta vez desde Honduras y sin ningún bocata entre las manos.