Se multiplican por cuatro las mujeres que dan a luz con más de 40 años

Efectivamente, quien vea a María por primera vez es probable que no le eche su edad real, sino más bien unos 34 o 35 años. Sin embargo, los cuidados que pueda hacer en su aspecto, poco influyen en su probabilidad de quedarse encinta: «Evidentemente que tengamos unos buenos hábitos de vida es bueno para conseguir el embarazo», afirma el Doctor Daniel Mataró, director médico de CIRH Grupo Eugin, pero rebate la teoría de María: «La fertilidad, la calidad de los ovocitos, va disminuyendo de forma progresiva con los años. Con la edad no sólo se reduce la probabilidad de conseguir el embarazo sino que aumentan las complicaciones y el riesgo de anomalías cromosómicas en el recién nacido».

Según la guía para pacientes «Edad y Fertilidad» de la American Society for Reproductive Medicine, «la mejor edad reproductiva de una mujer es cerca de los 20 años. La fertilidad disminuye gradualmente a partir de los 30 años, sobre todo después de los 35 años».

No obstante, a medida que pasan los años, las madres de entre 20 y 29 se consideran un rara avis en España. Así, si en el 2000 suponían el 38,4% del total, en el 2022, según los últimos datos publicados de manera provisional por el INE, alcanzaban 24,4%. Es decir, sólo uno de cada cuatro niños nació de una mujer con la edad óptima en sentido biológico.

Patricia fue una de esas mujeres que sincronizó su reloj biológico con su vida personal. En 2015 fue madre con 22, estaba estudiando en la universidad cuando se quedó embarazada. No era algo que hubiera planeado, pero decidió seguir adelante para sorpresa de su círculo más cercano. «Recuerdo que en una revisión el ginecólogo me dijo: -¡Por fin una embarazada con la edad justa! Aquello me hizo sentir bien y darme cuenta de que en realidad lo que estaba haciendo no era un disparate» afirma. «Cuando iba a recoger a mi hija a la guardería la mayoría de padres se pensaban que era su cuidadora, a nadie se le pasaba por la cabeza que pudiera ser su madre», relata animadamente.

Casi 20 años más tenía Sandra cuando dio a luz a su hija. Tras un aborto espontáneo a los 40, decidió someterse a un tratamiento de fecundación in vitro (FIV), lo que le permitió dar a luz a una niña a tres meses de cumplir los 42. «El principal factor para tomar esa decisión fue la edad. Sabía que las posibilidades de quedarme embarazada a partir de los 35 se veían reducidas significativamente».

La experiencia de Sandra es sólo un ejemplo de la larga lista de progenitoras mayores de 40. Éstas, por circunstancias muy dispares, son cada vez más numerosas en nuestro país: en el año 2000, el 80% de los bebés que nacieron en España fueron alumbrados por mujeres menores de 35; en el 2022, ese porcentaje cayó en más de 20 puntos porcentuales hasta suponer casi el 59%.

Mientras, los nacimientos de mayores de 40 se han multiplicado por cuatro: en el 2000, apenas suponían un 2,56% del total de niños, en 2022 el porcentaje asciende casi el 11%. Es decir, una de cada nueve mujeres que dan a luz en España ha soplado ya las 40 velas.

«Cada vez en más habitual ser madre o padre a más edad y esto lo veo también en la guardería», relata Sandra. «Sí que es verdad que hay padres más jóvenes que yo, pero también veo a padres de mi edad, incluso de más».

Nuestro país no es un caso aislado dentro de Europa, pero sí es el más representativo: según los últimos datos de Eurostat, que el último año que recogen es 2020, el porcentaje de madres mayores de 40 en la UE se ha duplicado con creces, pasando del 2,4 % en 2001 al 5,5 % en 2020. Sin embargo, España es la que registra el dato más alto (10,2 % de todos los nacidos vivos en 2020), seguida de Italia (8,9 %), Grecia (8,4 %), Irlanda (7,9 %) y Portugal (7,8 %). La proporción más baja de madres de más de 40 años se encuentra en Rumanía y Eslovaquia (ambas con un 3,2 %).

Según la última Encuesta de Fecundidad elaborada por el INE, el 42,0% de las mujeres residentes en España de edades comprendidas entre 18 y 55 años han tenido su primer hijo más tarde de lo que consideraban idea. De media, el retraso asciende a 5,2 años.

Por edades, los mayores porcentajes de mujeres que han retrasado su maternidad respecto a la edad que consideraban ideal se dan entre las mujeres de 40 a 44 años (51,7%) y de 35 a 39 años (46,9%).

En cuanto a los motivos que alegan para posponer el momento de tener hijos, la suma de las razones laborales, de conciliación de la vida familiar y laboral y las económicas superan el 30% en las mujeres de todas las edades y llegan a sobrepasar el 36% para las de 35 a 39 años y para las de 45 años y más.

«Curiosamente era de las que quería ser madre joven, recuerdo que con 30 años despertó mi instinto maternal, incluso soñaba con tener dos hijos, pero en ese momento no tenía pareja», relata Sandra. «Conoces a tu pareja a los treinta y largos, a partir de ahí quieres vivir experiencias, te sientes joven y quieres seguir viajando, saliendo, etc y cuando al final te sientes cómoda y a gusto te plantas en los cuarenta».

Motivos similares han generado que María postergue su deseo de tener hijos. «Todas las madres que conozco me dicen que la relación se tensa con la llegada de un bebé y yo quiero consolidar antes nuestra vida en pareja», afirma y señala que si tiene dificultades recurrirá a la reproducción asistida. «Mi prima fue madre a los 42 gracias a un tratamiento de fertilidad, si nosotros no lo conseguimos, haremos lo mismo y que nos quiten lo 'bailao'».

Sin embargo, advierte Mataró, «puede ser que los ciclos de reproducción asistida sean percibidos como un modo de retrasar la maternidad, pero hay que tener en cuenta que uno de los factores más determinantes para que tengan éxito es precisamente la edad y a medida que esta avanza la probabilidades de éxito se reducen» señala el experto, que admite que ha habido mujeres que se han dirigido a su clínica a las que han tenido que negar un tratamiento: «A partir de los 50 no lo hacemos».