Maternidad y estereotipos, las principales causas de la brecha de género

El informe, presentado en la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona, constata que a pesar de que hombres y mujeres recorren una trayectoria laboral parecida mientras no tienen hijos, al llegar la maternidad, la brecha de género se agudiza y , en general, no vuelve a cerrarse.

Uno de los estudios referenciados en el informe que constatan este hecho es el elaborado por Martin Eckhoff y Emily Nix en 2019, que comparan la penalización salarial a la hora de tener hijos en parejas homosexuales y heterosexuales y demuestran que en el caso de las primeras, la disminución salarial de la mujer que ha dado a luz desaparece al cabo de unos años, algo que no sucede en el caso de las parejas heterosexuales.

Esto, según explica la profesora de la Universidad de Barcelona e investigadora del Instituto de Análisis Económica del CSIC Lídia Farré, d emuestra que la causa de la brecha de género «no es el hecho de tener hijos, sino cómo los tenemos», y argumenta que para acabar con la desigualdad de género en el mundo laboral es necesario «modificar la norma social», siendo el permiso de paternidad un primer paso para lograrlo.

El profesor de la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde-Ruiz , también apunta a la maternidad y a la distribución desigual de las labores domésticas como las principales causas de la brecha de género en el mercado laboral.

Conde-Ruiz apunta hacia una mejora de la conciliación laboral y familiar, con trabajos con horarios flexibles, como una de las soluciones para remediar la brecha de género, además de un acceso universal a la educación de 9 a 3 años, la implementación de permisos de paternidad y una transformación de los procesos de selección de los puestos de trabajo.

La profesora de la Universidad de Boccioni de Milán (Italia) recoge los datos del Índice Global de la Brecha de Género, que constatan que la política es el ámbito donde más se acentúa la desigualdad , y argumenta que la participación de las mujeres en política no solo «se justifica» con el hecho que las mujeres son el 50 % de la población, sino que su presencia trae múltiples beneficios políticos.

Así lo concluyen varios estudios que se citan en el informe y que constatan que «las mujeres son menos corruptas y muestran más habilidades de cooperación y trabajo en equipo«, además de »crear modelos de conducta para otras mujeres« y aumentar el gasto en aquellas políticas que tradicionalmente se han considerado de mujeres, según argumenta la profesora de la Universidad de Barcelona e investigadora del IEB, Pilar Sorribas.