Santi, 17 años: «Me pasaba las tardes tumbado con el móvil y en clase me dormía. Hoy sé que quiero estudiar Química»

Un día, un coach de la Fundación Exit, entidad que trabaja para reducir el abandono educativo temprano entre jóvenes en situación de vulnerabilidad social a través de herramientas para mejorar su empleabilidad y su futuro profesional, fue a su centro del PFI y entraron en contacto. «Se interesó mucho por mí, me hizo muchas preguntas y trató de orientarme en varias sesiones para determinar mi mejor opción hacia el mundo laboral. Me llevó también a la farmacéutica Ferrer donde él trabajaba y pude ver in situ todo lo que se hace allí, cómo se trabaja, los diferentes perfiles y responsabilidades. Me quedé entusiasmado. Sentí que alguien se preocupaba por mí, me sentí querido y seguro. Ahora saco buenas notas y ayudo a otros compañeros».

Actualmente sigue cursando el PFI, «pero ya tengo claro que quiero seguir formándome y haré o una FP en técnico de calidad de química o unos estudios en administración. Mis padres están muy orgullosos de mí».

Al igual que Santi, Fátima (18 años) también estuvo a punto de abandonar los estudios. «Llegué a España desde Gambia en 2021 y me costaba mucho seguir las clases en el instituto porque dominaba poco el idioma. A mis profesores no les importaba. Me decían que copiara lo que escribían en la pizarra. Mis exámenes no estaban adaptados y pronto empecé a suspender hasta el punto de sacar ceros. Ya me daba igual».

Le dijeron que pensara en una alternativa a estudiar para ganarse la vida. «Perdí un año y decidí hacer FP de Enfermería, pero no logré una plaza. Me apunté a Comercio. En una clase, los profesores nos comentaron la existencia de la Fundación Exit para ayudar a estudiantes. Al entrar en contacto con ella, una coach me ayudó a descubrir lo que realmente debía estudiar por mi perfil e intereses. Ahora sé que Comercio no es lo mío y el curso que viene haré auxiliar de Enfermería. Por fin he dejado de tener tantas dudas y me siento segura hacia donde quiero estar en mi futuro».

El abandono escolar sigue siendo uno de los principales desafíos sociales puesto que, según la EPA 2024, España cuenta con una tasa del 13%; es decir, que es el segundo país con mayor abandono escolar de la Unión Europea. Este problema afecta especialmente a jóvenes de familias con bajos ingresos y de origen inmigrante, donde la tasa se duplica.

Desde la Fundación Éxit, que actualmente está celebrando su 25 aniversario, consideran que en 2025 se requerirá que el 50% de la población activa tenga estudios intermedios y solo el 23% alcanza este nivel educativo. Durante su trayectoria, esta organización ha conseguido que más de 14.000 jóvenes participen en sus proyectos, impulsando su formación y su acceso al empleo gracias a la labor conjunta con 550 centros educativos, 8.000 personas voluntarias y más de 1.000 empresas colaboradoras.

El acompañamiento de estos alumnos se basa en tres ejes clave: orientación, formación y conexión con el mundo laboral. Al trabajar en red, son los centros educativos, entidades sociales y administraciones públicas los que les derivan jóvenes de entre 16 y 24 años que han abandonado o están en riesgo de dejar sus estudios, aunque, en ocasiones, también les contactan directamente jóvenes interesados en mejorar sus oportunidades laborales.

El acompañamiento consiste principalmente en un diagnóstico y orientación para identifican la situación de cada uno de ellos, sus intereses y necesidades, con el objetivo de poder ofrecerles un itinerario personalizado.

Los programas formativos y experiencias prácticas que se les ofrecen son los siguientes:

• Orientación Laboral Integral: Un modelo centrado en conectar las capacidades individuales de cada joven con las necesidades concretas del entorno y el escenario laboral, para optimizar su rendimiento, potenciar sus capacidades y encontrar más oportunidades.

• Escuela Empresa: Puentes sólidos entre los jóvenes y el mundo laboral, con formaciones técnicas que alternan el aula con las prácticas en empresa con el objetivo de maximizar las oportunidades de inserción laboral.

• Empleo: Acompañamiento a jóvenes en búsqueda de empleo en la última etapa antes de incorporarse al mercado laboral. Les conectan con el mundo de la empresa y con ofertas de trabajo.

Como Santi y Fátima, Aiman Bahri (19 años) estaba descontento con sus estudios y había pensado en inclinarse por la electrónica por ser un sector manual. «Sin embargo, yo soy muy social y es un trabajo en el que se tienen pocas relaciones sociales y opté por abandonar». Aiman se animó a participar en el Proyecto Coach, lo que le ayudó a reflexionar sobre su camino académico y profesional. Durante el programa, tuvo claro que la FP Básica en Electricidad y Electrónica que estaba cursando no era su verdadera vocación. Gracias a este proceso de orientación, decidió dar un giro a su trayectoria y actualmente está estudiando un Grado Superior en Comercio Internacional, una formación que le apasiona y con la que se proyecta hacia su futuro profesional.

Comprometido con la mejora de las oportunidades para otros jóvenes, Aiman se ha convertido actualmente en voluntario de la fundación, contribuyendo con su experiencia a inspirar a otros estudiantes. Además, participa activamente en iniciativas de CANAE (Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes), aportando su visión para mejorar las condiciones educativas y de empleabilidad de la juventud. Su historia es un ejemplo de cómo el acompañamiento y la orientación pueden transformar el futuro de los jóvenes, ayudándolos a encontrar su camino y potenciar su talento.

También Rubén Marín (19 años) encontró su camino en la informática también gracias al Proyecto Coach. Su mentora le hizo ver que sus estudios no eran solo una obligación, sino una puerta a su futuro. Motivado, realizó prácticas, consiguió su primer empleo y continuó formándose con un Grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web. Hoy, como ingeniero de monitorización del Banco Santander, devuelve lo aprendido como voluntario corporativo del Proyecto Coach, acompañando a otros jóvenes en su proceso.

Nerea Sánchez (17 años) conocida entre sus amigos como «la Jennifer Aniston de Fuenlabrada», ha vivido una transformación tanto personal como profesional tras su paso por el programa de la Fundación Exit. «Abandoné los estudios y no finalicé la ESO. Tenía interiorizado que el mundo empresarial no era para mí, que el ambiente y entorno dentro de una empresa era demasiado serio, rígido y gris. Poco después participó en el Proyecto Coach y actualmente está cursando una FP Básica en Marketing, un camino que, hasta hace poco, no se imaginaba recorriendo.

Su experiencia en la empresa Adecco junto a su voluntaria Cristina Romero, consultora de Recursos Humanos, le dio un giro a su percepción. Cristina le mostró un lado más humano y dinámico del mundo laboral, ayudándola a descubrir que la empresa también puede ser un espacio de crecimiento y oportunidades. «Cuando empecé me escribí una carta a mi yo con mis propósitos. Tres meses depués me la han entregado en Adecco para leerla y aún me emociono. he visto mi transformación. He dejado atrás mis miedos y he ganado en autoconfianza. me siento más preparada para el futuro y con ganas de seguir explorando el mundo profesional con una nueva actitud y mentalidad. He cumplido algunos propósitos y ahora tengo fuerzas para seguir luchando por los que me quedan por realizar».

Muba Lobede (25 años) tiene claro que esforzarse siempre vale la pena. Descubrió su pasión por la hostelería gracias al Proyecto Escuela Empresa de la mano de Fundación Mahou San Miguel en su Programa Creamos Oportunidades en Hostelería. Mientras estudiaba Servicio de Restauración, trabajaba en una cadena de pizzas a domicilio, pero su formación dual le mostró una nueva visión de la hostelería, con métodos y estructuras y una profesionalización que le fascinó.

Actualmente, trabaja en Sushita, el restaurante donde realizó sus prácticas, y ha pausado su Grado Superior en Gestión de Alojamientos Turísticos para formarse como encargado. Su camino no ha sido fácil, pero tiene claro que ha valido la pena. Hoy está donde quiere estar y sigue construyendo su futuro para crecer personal y profesionalmente.

Eimy Torres (19 años) llegó a Madrid desde Venezuela con el deseo de seguir estudiando, pero sin saber cómo. Su determinación la llevó a descubrir la FP Básica de Informática, donde no solo encontró su vocación, sino también la confianza para seguir creciendo en el sector. En el Proyecto Coach, y con el apoyo de su mentor de JPMorganChase, aprendió a gestionar su tiempo, mejorar su rendimiento académico y desarrollar habilidades clave para su futuro profesional.

Conocer una empresa desde dentro le hizo cambiar su visión del mundo laboral, romper mitos y encontrar la motivación para aspirar a más. Para Eimy, ha sido «una oportunidad para abrir los ojos y comprender cómo funcionan realmente las empresas», impulsándola a seguir formándose con ambición y determinación.

Martín Gonzáles (19 años), un apasionado por la electrónica y los ordenadores, es estudiante de FP Básica de Informática y Comunicaciones. Su afición por los videojuegos le despertó el interés por el mundo digital y la tecnología. En la Fundación Exit, Martín descubrió nuevas oportunidades en su sector. Aunque al inicio sintió nervios, la experiencia le permitió intercambiar conocimientos con su coach y orientarse mejor sobre su futuro. Antes del proyecto, no tenía claro su camino, pero hoy sabe que quiere seguir formándose con un Grado Medio, convencido de que la informática le abrirá muchas puertas en el mundo laboral.

En el marco de su 25 aniversario, este marzo de 2025, la Fundación Exit ha celebrado el encuentro «Soluciones Empresariales para impulsar el Éxito Escolar y el Empleo Juvenil» en la Fundación Botín de Madrid, reuniendo a expertos, empresas y entidades sociales para analizar cómo el sector privado puede contribuir a frenar el abandono escolar y facilitar la inserción laboral juvenil. Durante el evento, se reafirmó su compromiso de seguir construyendo oportunidades y reducir la brecha educativa para que ningún joven en España se quede atrás. «El abandono escolar es un reto que no podemos afrontar solos. La implicación de las empresas es clave para transformar el futuro de miles de jóvenes y demostrar que, con oportunidades adecuadas, el talento puede florecer sin importar el contexto socioeconómico», señaló Nacho Sequeira, director de la organización.

Por su parte, Ignacio De La Colina, Senior Country Officer, J.P. Morgan en Iberia, destacó que «las empresas tenemos la responsabilidad de contribuir al cambio social. Nuestra colaboración durante más de diez años nos ha permitido ver de primera mano cómo la mentoría y el acompañamiento pueden marcar la diferencia en la vida de los jóvenes».