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Manuel Valls, el fracaso en la política y el triunfo en el amor

El candidato de Ciudadanos no ha conquistado la alcaldía de Barcelona, pero sí el corazón de Susana Gallardo, la exmujer del fundador de Pronovias, con la que se casará en septiembre

Susana Gallardo y Manuel Valls, votando el domingo pasado EFE
Angie Calero

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Cuando el próximo 14 de septiembre se den el «sí, quiero» en Menorca, Manuel Valls y Susana Gallardo ratificarán un noviazgo corto y muy intenso, que justamente comenzó a finales de julio del pasado verano en la isla donde tendrá lugar la boda.

Antes de recorrer los destinos más exclusivos de vacaciones en España en busca de apoyos económicos para financiar su campaña como candidato a la alcaldía por la plataforma Barcelona pel Canvi-Ciutadans (BCN Canvi-Cs), el ex primer ministro francés se encontraba pasando unos días de descanso en Menorca cuando conoció a Gallardo.

Dice el entorno de la pareja que lo que ocurrió entre ellos «fue un flechazo» , que propició que Valls decidiera finalmente en septiembre instalarse en Barcelona y continuar allí su carrera política apoyado por Ciudadanos. Los más escépticos, testigos también de sus movimientos en Menorca y de sus posteriores viajes a Marbella durante el verano, afirman que al principio se sintió atraído por los buenos contactos de Gallardo como heredera de Industrias Farmacéuticas Almirall, cuyo medicamento estrella es el antiácido Almax. Ambiciones y proyectos a un lado, desde entonces Gallardo se convirtió en la mejor guía de Valls en España para conseguir valedores. Aunque los resultados de Valls en las elecciones del pasado fin de semana no fueran los que esperaba (BCN Canvi-Cs será la cuarta fuerza en el Consistorio con seis concejales), Gallardo ha sido también su gran apoyo y su fuente de motivación . Desde el entorno de la pareja han afirmado que, aunque no se esconden, ella prefiere mantenerse en un discreto segundo plano y «no influye en las decisiones políticas que él toma». Quizá ella reaccione si él acaba apoyando a Ada Colau.

Un vídeo viral

Cuando Gallardo y Valls se conocieron, él hacía unos meses que se había divorciado de su segunda mujer , la violinista Anne Gravoin , para comenzar una relación con la diputada del grupo parlamentario de La República en Marcha, Olivia Grégoire . Gallardo hacía dos años que se había divorciado. Empleó ese tiempo para estar con sus hijos ( Alberto , Gabriela y Marta ), y no se le conoció ninguna pareja. También se convirtió en la protagonista de un video viral al denunciar «la farsa» del referéndum ilegal del 1-O, donde se la podía ver con una bandera de España al cuello y afirmando que había votado en siete colegios distintos.

Fue en julio de 2016, tras la boda de su hija Gabriela con el empresario turco Ediz Elhadef , cuando Gallardo decidió poner fin a su matrimonio de 30 años con Alberto Palatchi , el fundador de Pronovias. Parecía que la ruptura había sido amistosa y ellos, siempre discretos, prefirieron guardarse para sí las razones que les llevaron a romper. Un año después, Palatchi vendía la empresa familiar -que había levantado junto a Gallardo hasta convertirla en el imperio de moda nupcial que es hoy- por 550 millones de euros.

Palatchi

El verano pasado, Gallardo y Palatchi se dejaban ver con sus respectivas parejas. Mientras ella disfrutaba de unos días en su casa de Menorca y Valls se cruzaba en su camino, a Palatchi se le vio por primera vez con Zita Serrano Suñer , nieta de Ramón Serrano Suñer y Zita Polo , con quien mantenía una relación desde hacía tiempo.

En estas páginas se contó en exclusiva a finales de agosto el reciente noviazgo entre el político francés y la empresaria catalana , pero fue en «Paris Match» donde se publicaron las imágenes que ratificaban las informaciones de ABC . Por estas informaciones, el semanario fue condenado a pagar 8.000 euros a Valls y a hacerse cargo de los 2.000 euros en costas judiciales.

La portada de «Paris Match» con las imágenes de Valls y Gallardo en Marbella ABC

En el interior, la pareja se entregaba a un «amor naciente» , que no estaba destinado «a permanecer oculto», en la playa privada de un hotel de Marbella. En portada, la revista afirmaba que Valls partía «a la conquista de Barcelona» con Gallardo. De momento, el discurso político de Valls no ha terminado de cuajar en la ciudad condal y no ha alcanzado las expectativas puestas en él, pero sí ha conquistado el corazón de Gallardo.

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