Descubre cómo vas a envejecer, según la forma de tu rostro

Yvette Pons, terapeuta en el mundo de la estética, la belleza y la salud desde hace 33 años, ha desarrollado un método de diagnóstico facial según la conformación de la estructura ósea. Rostrolog-YP®, respaldado por derechos de autor y certificado por el registro de la propiedad intelectual, representa un método de diagnóstico de la estructura ósea facial único en el mercado. Este sistema, que se fundamenta en el análisis de los biotipos faciales, permite ofrecer tratamientos altamente personalizados, adaptados a las necesidades de cada persona, y, en consecuencia, con un mayor éxito en los resultados.

El biotipo facial es un concepto utilizado desde hace años en el campo de la odontología, y que hace referencia a una serie de características que comparten individuos de la misma especie en relación a rasgos del esqueleto facial, por ejemplo, la forma de la mandíbula. Diversos científicos vieron la estrecha relación entre el biotipo facial óseo y la calidad y el tono muscular. Según Yvette Pons, los biotipos faciales son la clave para comprender la estructura ósea particular de cada rostro, es decir, es lo que da forma al rostro de forma única. Dominar la identificación de estos biotipos es esencial para prever la evolución del rostro con el tiempo, en función de las predominancias anatómicas de las estructuras que configuran cada biotipo.

Tradicionalmente los biotipos faciales se han clasificado en tres: dolicofacial, braquifacial y mesofacial, pero la experta, que se hizo viral en la cuarentena por su masaje facial con doble cuchara, y que es autora de terapias como SULYFTH®, galardonada en 2019 y 2022 como Mejor tratamiento estético en cabina, ha definido cuatro biotipos faciales. Braquifacial (rostro cuadrado, rectangular y anguloso como el de Olivia Wilde), mesofacial pasivo (rostro redondo y voluminoso, como el de Selena Gomez), mesofacial activo (rostro ovalado, hexagonal y diamante, como de Charlize Theron), y dólicofacial (rostro alargado, estrecho y triangular, como el de Sarah-Jessica Parker). Yvette Pons puntualiza que «cada biotipo envejece con unas características concretas y a una velocidad más o menos avanzada, en función de su funcionamiento fisiológico y anatómico heredado. Aunque existen biotipos puros, la mayoría presentan rasgos mezclados de las diferentes formas de rostros. Por tal motivo, no hay dos personas idénticas».

Aunque lo ideal para saber cómo va a envejecer nuestro rostro es someterse al diagnóstico facial Rostrolog-YP®, de momento solo disponible en el Instituto de Estética Yvette Pons de Barcelona, la experta nos cuenta cómo envejece cada biotipo, aunque recuerda que lo normal es que tengas rasgos de dos biotipos.

- Biotipo braquifacial: este tipo de rostro esta caracterizado por una bonita estructura ósea, muy angulosa, tanto en sus pómulos, como en toda su línea mandibular, un amplio hueso frontal, labios bien dibujados, y en algunos casos una nariz marcada, delineada y con personalidad. Su musculatura es fuerte, pero sus capas suprayacentes, como la SMAS (Sistema Muscular Aponeurótico Superficial) y la piel pierden colágeno con facilidad. Además, están caracterizados por un volumen de grasa subcutánea bastante correcto. Pero, al debilitarse el soporte de la piel que la envuelve, ésta se desplaza más rápidamente. Su envejecimiento estará caracterizado por descolgamiento debido al desplazamiento de su grasa y de piel por carencia de colágeno y líneas dinámicas laterales en el rostro. En la zona peribucal y frontal pueden acusar líneas de expresión. Con el paso del tiempo, la zona del cuello acusa los cordones platismales debido a la tensión de los músculos subyacentes.

- Biotipo dólicofacial: este tipo de rostro se caracteriza por una estructura musculoesquelética menuda y de grasa subcutánea con poco volumen. Con los años su tejido se vuelve cada vez más fino y con tendencia a la desvitalización y a la hipotonía. Por tal motivo, los signos de envejecimiento comienzan en forma de descolgamiento de piel. Con el paso del tiempo, empiezan a reflejarse líneas más o menos profundas originadas por sus gestos mímicos. En las zonas de más depresión ósea, como el surco nasogeniano y los laterales del mentón, se instalan pliegues del tejido por pérdida de volumen. Los párpados suelen descolgarse fácilmente, y el cuello también sufre de flacidez en la zona submentoniana.

- Biotipo mesofacial activo: le corresponde unas facciones con bonito y voluminoso pómulo, al igual que el grosor de su piel y grasa subcutánea. En general está caracterizado por una activa nutrición de todos sus tejidos. Su envejecimiento está predominado por flacidez muscular y de la capa SMAS que pierde el soporte por el peso de éstos, a la vez la grasa se desplaza con más facilidad, pero mantiene su calidad y grosor. Por este motivo difícilmente serán biotipos con líneas de expresión hasta una avanzada edad, aunque llegarán a tener pocas. Sufrirán principalmente descolgamiento, así como edema en los párpados y bolsas de grasa, y acumulación de grasa en la zona submentoniana y submandibular del cuello. Pueden llegar a perder la forma de la mandíbula cuando el descolgamiento del rostro se une al del cuello.

- Biotipo mesofacial pasivo. El envejecimiento que le caracteriza es muy parecido al biotipo mesofacial activo, pero a diferencia de éste, el tono de todos sus tejidos es muy bajo, sufren de hipotonía. Su funcionamiento fisiológico circulatorio y linfático es muy lento y sus estructuras reciben poca nutrición a la vez que el drenaje de sus tejidos está muy ralentizado. Debido a este funcionamiento suelen tener un acúmulo de grasa muy elevado y una falta de tono muy acusada. Por eso su rostro, a falta de una estructura ósea angulosa, se vuelve voluminoso y redondeado. Su envejecimiento estará caracterizado por una elevada flacidez de todas sus estructuras, pero no envejecerán por líneas de expresión ni estáticas ni dinámicas.