Trump ignora a España en su primera ronda de contactos internacionales

En contraste, países europeos que suelen figurar en una primera tanda de contactos, como Polonia e Italia, han sido convocados, mientras que otros del sur de Europa, como Portugal o Grecia, también han quedado fuera.

Por su parte Donald Trump abrió su ronda de contactos internacionales con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, con quien abordó el terrorismo además de las ambiciones económicas del reino.

Con Nayib Bukele, el presidente discutió después la inmigración ilegal y el combate de redes de delincuentes transnacionales como la venezolana Tren de Aragua, elogiando abundantemente el liderazgo del presidente salvadoreño en la zona.

Trump ha conversado después con los reyes de Jordania, Abdalá II, y Bahrein, Hamad al Khalifa; el primer ministro británico Keir Starmer, y el primer ministro indio, Narendra Modi, al que ha invitado a Washington.

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Rubio, por su parte, ha mantenido conversaciones con líderes de la OTAN, como el secretario general Mark Rutte, y con ministros de países bálticos, escandinavos y del este de Europa, reforzando la prioridad de Washington en la contención de Rusia y el fortalecimiento de la defensa continental.

De Oriente Próximo, el nuevo jefe de la diplomacia estadounidense ha dialogado con actores clave en el conflicto de Gaza, incluidos los ministros de Exteriores de Egipto, Catar, Israel y Marruecos, con el objetivo de afianzar alianzas y garantizar la estabilidad en la región.

Destaca la inclusión de Marruecos en esta primera ronda de contactos. Rubio conversó el lunes con el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, sobre la cooperación en materia de seguridad, el papel de Rabat en la crisis de Gaza y la consolidación de los Acuerdos de Abraham, por los cuales Marruecos y otros países establecieron relaciones diplomáticas con Israel en 2020.

La presencia de Marruecos en esta primera tanda de contactos subraya su creciente peso en la política exterior de Estados Unidos y su papel como socio prioritario en la estabilidad en el norte de África, desplazando a otros países tradicionalmente más cercanos a Washington en Europa, como es el caso de España.

En su anterior mandato, el presidente Trump reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental. La Casa Blanca señaló entonces que la decisión formaba parte del acuerdo para el restablecimiento de los lazos entre Marruecos e Israel. No hubo contacto previo del equipo de Trump con España, que perdió el Sahara Occidental como colonia en 1975.

Ahora, Trump ha advertido a España de aranceles de hasta el 100% si no aumenta su gasto en defensa, que es el más bajo de los socios de la OTAN, apenas el 1,29% del Producto Interior Bruto.

La ausencia de España en esta primera ronda de contactos plantea dudas sobre su actual peso en la agenda exterior de Washington y su papel en la estrategia de seguridad de Rubio, especialmente cuando bases clave para la proyección militar estadounidense en Europa y el Mediterráneo dependen de la cooperación bilateral entre ambos países.

Las conversaciones más recientes han estado centradas en aliados clave de Europa, como Finlandia y Estonia, así como con Kaja Kallas, la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, lo que subraya la urgencia de fortalecer la seguridad transatlántica y contener la influencia de Rusia.

Rubio conversó el 22 de enero, un día después de ser confirmado en el cargo por el Senado de forma unánime, con el ganador de las elecciones de Venezuela de julio, Edmundo González Urrutia, y con la opositora a la dictadura chavista María Corina Machado. La reunión se llevó a cabo por videoconferencia.

Estas conversaciones con líderes de América Latina, incluidos los ministros de República Dominicana y Costa Rica, así como con figuras de la oposición venezolana, evidencian el interés de Rubio en la región. Su primer viaje será a Panamá, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y la República Dominicana.

Trump ha exigido a Panamá un trato más favorable en el tránsito del canal marítimo y ha pedido que frene la creciente influencia china en la infraestructura del país. De lo contrario, ha advertido que considerará roto el tratado de cesión de esta vía que conecta el Atlántico con el Pacífico y ha insinuado que podría llegar a recuperarla por la fuerza. Panamá no cuenta con Fuerzas Armadas.

Finalmente, las llamadas a líderes de Asia-Pacífico, incluidos los de China, Corea del Sur y Filipinas, evidencian la creciente preocupación de Washington por la seguridad en el Indo-Pacífico y su estrategia para contener la influencia china.