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Sánchez sacrifica su perfil internacional como última bala de la legislatura

El presidente puso en riesgo la Cumbre de la OTAN y quema su imagen exterior para recuperar a los socios

El Congreso vuelve a exigir que se someta a votación el gasto en defensa tras su paso por La Haya

Sánchez se coloca para la foto de familia de la OTAN ante la indiferencia de sus colegas Efe
Paloma Esteban

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El objetivo de la Cumbre de la OTAN celebrada en La Haya (Países Bajos) esta semana solo tenía una meta: preservar la unidad de los aliados en un momento de incertidumbre máxima, con varios conflictos armados amenazando el mundo actual, y que Estados Unidos ... se tranquilizara. En los últimos meses Donald Trump ha amenazado varias veces con salirse de la Alianza Atlántica con el mensaje reiterado de que Europa se aprovecha de la cobertura de Estados Unidos. Por eso, insisten fuentes cercanas a la OTAN, las cancillerías europeas –y el secretario general, Mark Rutte, con especial afán como se vio en sus mensajes con el presidente estadounidense– decidieron aceptar y asumir un cinco por ciento global y un 3,5 por ciento de gasto militar directo del PIB en una década. Una cifra que difícilmente los países alcanzarán –a excepción de los pocos que ya invierten mucho en defensa, en parte, por su cercanía a Rusia– y que en Europa nadie cree realmente que atienda a un criterio técnico.

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