Puigdemont reaparece, asegura que está en Waterloo y ataca al conseller de Interior y a los Mossos por su «ola represora»

«Estoy en Waterloo tras unos días extremadamente difíciles. Habrá que analizar la situación política y poner en perspectiva la razón profunda de la operación que hizo posible lo que ocurrió ayer. Y lo haré. Pero son miles de kilómetros en muy pocos días y muchas jornadas de una tensión difícil de explicar, y confío en que se entienda que me faltan todavía unas horas para reposar y coger aire». Con estas palabras, pasadas las 21.00 horas de este viernes, Carles Puigdemont ha anunciado en sus redes sociales que ya había llegado a Bélgica, después de entrar en España, llegar a Barcelona, dar un breve mitin en el centro de la ciudad, el jueves, y salir del país, sin que fuera detenido por los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil o la Policía Nacional, a pesar de tener sobre su persona una orden de detención firmada por el Tribunal Supremo.

Eso sí, Puigdemont, en un largo comentario, no ha escatimado en críticas contra la cúpula de los Mossos y el consejero de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, por la operación Jaula del jueves y la rueda de prensa de ayer, para explicar los motivos por los que no se pudo detener al líder de Junts. Al departamento encargado de la policía autonómica la ha calificado de «inefable» y lamenta que esté llevando a cabo una «caza de brujas» contra las personas que le ayudaron burlar la orden de detención. A última hora de este viernes se detuvo a un tercer mosso por supuesta complicidad.

En relación a su fuga tan solo apunta a que no se dejará detener ni se entregará «voluntariamente», porque, en su opinión, es «inaceptable que se me esté persiguiendo por razones políticas y que, encima, no se esté aplicando la ley de Amnistía». Y aprovechó esta referencia, también, para cargar contra la Consejería por, deja escrito, el operativo para detenerle: «Ni comprensible, ni aceptable».

En esta línea, es su escrito trata de elogiar a los Mossos, recordando su actuación en los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017, y escribe buenas palabras de Josep Lluís Trapero, mayor del cuerpo destituido tras el 155 y que, curiosamente, Illa quiere recuperar. Por último, critica a Elena que no le ponga una escolta oficial.