Podemos acusa a Sánchez de «puro racismo» por plantear una política migratoria «utilitarista»
El resto de socios de investidura achacan lo mismo al PP y a Vox, pero evitan atacar al Gobierno, más allá de criticar la expulsión de saharauis a Marruecos
ERC y Junts exhiben sus diferencias, pero aprietan para mejorar la financiación de Cataluña
Madrid
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Iniciar sesiónLa comparecencia de Pedro Sánchez por la crisis migratoria en España, más allá de las esperadas críticas de PP y Vox, ha permitido comprobar cómo Podemos, día a día, se aleja del Gobierno, al menos, semánticamente. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que ... fue ministra en la anterior legislatura, ha tachado la política migratoria del Ejecutivo de «puro racismo».
El ataque le llega a Sánchez no de «la derecha y la ultraderecha» a las que critica sistemáticamente, sino de un partido a su izquierda con el que compartió el Consejo de Ministros hasta el año pasado. A finales de agosto, en su gira por países de África, el presidente afirmó que la inmigración irregular es un «infierno» y abogó por un modelo de migración circular para que los migrantes vayan a trabajar a España cuando se los necesite y, después, regresen a sus lugares de origen.
Para Belarra, la única aliada parlamentaria del PSOE que ha atacado frontalmente al jefe del Ejecutivo por esta cuestión, la postura de Sánchez es «paternalista y utilitarista» porque ve a los migrantes como mano de obra barata y no como personas que tienen «el derecho a migrar». Primero ha hablado de «racismo 'soft'», pero después lo ha elevado a «puro racismo» por no haber guardado el Gobierno un minuto de silencio por el naufragio de un cayuco cerca de la isla de El Hierro, donde murieron decenas de personas.
También ha cargado contra la firma del pacto de asilo y migraciones en la Unión Europea —que Sánchez ha pedido que se empiece a implementar en el verano del 2025 en vez de en el del 2026— y contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la expulsión a Marruecos de decenas de saharauis que solicitaban asilo en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
El presidente Sánchez ha sido mordaz en su réplica a Belarra y le ha dicho que ya tiene «cierta edad» para ir repartiendo carnés «de progresismo». «Yo no dudo de su progresismo ni de su ideología de izquierdas, le pido que no dude de la mía», ha aseverado, para a continuación cuestionar el discurso migratorio de la líder de Podemos por, según él, estar «perpetuando la imagen de ese migrante pasivo que solo tiene derechos y no deberes». «Con ese discurso solo fortalece a la ultraderecha», le ha contestado, y ha concluido: «Los migrantes son como los españoles, ni más ni menos, y vienen aquí a integrarse, trabajar y a hacer de España un país mejor».
La crítica respecto a los saharauis la han compartido otros portavoces, como el del PNV, Aitor Esteban, quien ha afirmado: «No puedo estar de acuerdo con lo que han hecho con los saharauis en el aeropuerto. No podemos agachar la cabeza ante eso». El peneuvista, además de Santiago Abascal (Vox), ha sido el único interviniente que se ha ceñido al orden del día de forma escrupulosa en su primer turno de palabra. Y en el debate migratorio, que ha definido como «muy complejo», ha dicho que aunque solo hay un trece por ciento de población inmigrante en España, la situación actual genera un sentimiento de «inquietud» que no se puede paliar, como ha hecho Sánchez, hablando de las necesidades de la pirámide poblacional.
Esteban ha llamado a abordar la crisis migratoria en el exterior, en los países de origen, en los aeropuertos e internamente a través de la integración, evitando la «guetización». El resto de intervinientes de la alianza que sostiene a Sánchez en el Gobierno, menos Míriam Nogueras (Junts), que solo ha hablado de la financiación catalana, han cargado contra PP y Vox por sus postulados «racistas».
El resto, críticas solo a la derecha
El primero ha sido el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, quien ha afirmado que a la derecha lo que le importa es «el color de los migrantes». «A España han llegado 210.000 ucranianos y a nadie le ha importado porque eran rubios», ha dicho. «El señor Abascal llama a defenderse de 6.000 menores que vienen de África. ¿Les parece que 6.000 niños africanos son una amenaza y una emergencia nacional? ¿Saben cuántos niños de Ucrania se han escolarizado este año en este país? 35.000. ¿Por qué 35.000 niños de Ucrania no son una amenaza y 6.000 africanos sí?», se ha preguntado en la misma línea su homólogo de ERC, Gabriel Rufián. La aberzale Mertxe Aizpurua también se ha referido al «odio y racismo» de la derecha.
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