Los últimos quiosqueros de Conde de Casal: «Hemos perdido el 70% de las ventas»
Cercados por la construcción del intercambiador y la L11 de Metro, piden ayuda a las administraciones para evitar el cierre inminente de su medio de vida
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Madrid
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Iniciar sesiónJonathan ha puesto como fecha límite el 30 de noviembre para encontrar una solución. Si en un mes sigue sin encontrar una alternativa, se verá obligado a cerrar El Trébol de la Suerte, el único quiosco en funcionamiento en Conde de Casal. Ubicado en ... el número 171 de la calle del Doctor Esquerdo, el futuro de este negocio familiar pende de un hilo debido a las obras del nuevo intercambiador de transportes y la prolongación de la Línea 11 de Metro, que han provocado el aislamiento del pequeño puesto de prensa, condenándolo a la pérdida de su clientela habitual, y han generado la lucha de Jonathan y su padre Simón contra las administraciones públicas: «La ventas se han reducido en un 70 por ciento desde el inicio de las obras».
Aunque los trabajos para la ampliación de la Línea 11 de Metro entre Plaza Elíptica y Conde de Casal comenzaron en agosto de 2023, los quebraderos de cabeza para Jonathan y Simón comenzaron, aproximadamente, en abril de 2024, cuando la maquinaria utilizada en las obras irrumpió en la zona más cercana al quiosco, lo que ocasionó desperfectos en el establecimiento, «en los toldos laterales, en los vinilos de la puerta y en el granito de la parte inferior del quiosco que, por cierto, aún no ha sido reparado». «No me interesa una puerta nueva, sólo enderezar el acero para evitar que el cristal se rompa», señala Jonathan.
Carta al Rey
El joven explica a ABC que, desde entonces, no han dejado de intentar contactar con la Dirección General de Infraestructuras de Transporte Colectivo, el Consorcio Regional de Transportes Públicos Regulares de Madrid (CRTM) y la Junta Municipal del Distrito de Retiro. Hasta decidieron enviar una carta remitida por correo al Rey: «La Casa Real son los únicos que nos respondieron, y fue para decirnos que la derivarían al Ayuntamiento de Madrid». «No sé qué más hacer», expresa el quiosquero. Y lamenta: «Voy a intentar salvar la situación, pero si llega el 30 de noviembre y no he recibido respuesta alguna por parte de las administraciones, cerraremos».
El quiosquero insiste en que sólo pide reunirse con los responsables de las obras y salvar el único quiosco superviviente en la zona. Explica que no pudieron acogerse a las ayudas de 5.000 euros que la Comunidad de Madrid destinó a pequeñas y medianas empresas del sector comercial y de servicios afectadas por esta ampliación del Metro, que podían servir tanto para cubrir los pagos de la hipoteca del local como su renta de alquiler, ya que su puesto quedó fuera del área delimitada y, además, el plazo para solicitarlas fue de apenas dos semanas. «Aunque hubiésemos recibido la ayuda, nos hubiese alcanzado para cubrir únicamente dos semanas de factura», añade.
Casi una década
Jonathan, ingeniero en Informática, y Simón se hicieron cargo de este quiosco hace nueve años: «Mi padre y yo nos encontrábamos en paro. Tuvimos conocimiento de que este puesto de prensa se encontraba abandonado desde hacía seis años y decidimos adentrarnos en esta aventura. Conseguimos la licencia adaptándolo a la nueva normativa municipal. Para nosotros es un modo de vida».
Pero en los últimos años la concatenación de obras en superficie y en el subterráneo, les ha provocado la tormenta perfecta. De hecho, además de las intervenciones ya mencionadas, el Consorcio Regional de Transportes de Madrid elaboró en febrero, cuando comenzaron las grandes afecciones al tráfico, un plan de movilidad específico que implicaba reordenar líneas de autobús tanto urbanas como interurbanas que discurrían por el barrio.
«Se trata de una zona con una importante afluencia de autobuses, pero las obras han provocado que se desvíen varias líneas, lo que se traduce en que ya no bajan pasajeros en las paradas próximas al quiosco, que sólo funciona con movimiento, con el vaivén de los vecinos. Nos han dejado encerrados en medio de las obras», expresa el joven.
La Junta Municipal del Distrito de Retiro reconoce que desde 2024, los afectados han sido recibidos hasta en tres ocasiones por los técnicos municipales, «y se ha dado respuesta a sus demandas en la medida de las posibilidades de la Junta, siendo esta una obra que realiza la Comunidad de Madrid».
Las mismas fuentes explican que «muchos de los traslados de otros quioscos que se han llevado a cabo en los últimos años se deben a que las obras imposibilitaban su permanencia por los propios trabajos o quedaban aislados, pero no por cambios de flujos peatonales ni por bajada de ventas y/o ingresos, como ocurre en este caso».
Señalan que el interesado ha manifestado su voluntad de trasladar el puesto a un emplazamiento en el que actualmente ya hay otro quiosco de prensa: «Se le ha comunicado la imposibilidad, dado que no es posible la existencia de dos quioscos en la misma zona en cumplimiento de la Ordenanza Reguladora de los Quioscos de Prensa».
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