San Antón en el centro de Madrid: mascotas romeras y benditas
A pesar del clima, los animales domésticos recibieron parabienes divinos para lo venidero: tanto de lo suyo, como de las respectivas familias que los acogen
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Madrid
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Iniciar sesiónA san Antón Abad, en Madrid y partes de España, se le tiene como patrón de los animales, que en puridad son mascotas que llevan casi un protocolo eclesial mientras sus dueños se van encontrando de un año a otro, de un quinquenio ... a otro, de una década a otra como en un parque público pero con conversaciones de más trascendencia.
La propia Iglesia reconoce que si san Francisco de Asís era el patrón de los animales, por estas cosas de calendarios y de querencias similares, en la céntrica iglesia de San Antón el agua sagrada se vierte sobre pelos, plumas, espinas y escamas.
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Julián López AguadoAntiguas leyendas y creencias populares vinculan figuras terroríficas y maldiciones a determinadas noches del año
Este miércoles en uno de los días que dicen más tristes del año, la calle de Hortaleza, junto la iglesia de San Antón, quitaba las penas y calmaba las nubes. La Policía Municipal iba conduciendo el tráfago en un carril como podía, y no eran podencos, primeramente, sino chihuahuas, que atraían la atracción del respetable. Si en una verbena se va a ver, a una bendición, todo lo festiva que se quiera, se va con la mascota a que otorgue suerte, salud y felicidad. Y lejos del fetiche.
Ahí quedaron las lágrimas de Pilar en la puerta del templo del Padre Ángel recordando «cómo venía con su marido»; sin sus animales, que los suyos eran más de andar «revolviendo en casa». A su pareja se lo llevó el Covid, y aquí la tradición pesa mucho, aunque haya una regla no escrita según la cual los canes de lado a lado han de esperar, tensando la cuerda del dueño hasta que llegue la bendición. Y bendición ha habido en una de las puertas mientras Carlos Osoro impartía la misa.
Hubo hasta a quien, con el hisopo, le bendijeron el móvil, que, con la Inteligencia Artificial, ya hasta se va considerando una mascota en prácticas. El hisopo sabe que el móvil es una continuación de la persona, la mascota y el dueño. Y no puso problemas el sacerdote de turno. Ni teológicos ni veterinarios: nada.
El día como que se abrió, como que templó, y Mari Carmen, con dos periquitos, macho y hembra, daba color pajaril a la abarrotada entrada a la misa, a la Misa Mayor. A pocos metros del agua bendita, como por milagro, las mascotas estaban tranquilas en un milagro de perros, gatos y pájaros. Una tortuga llamada Fito, con todas las vacunas habidas y por poner, estiraba el cuello con una decoración algo rockera en el caparazón y Pilar la acariciaba.
Dios no abandona a los buenos rockeros. Era el día del cumpleaños de Jesús, y ya como por un feliz «compromiso» llevaba a su perro Pablo a las cercanías de Dios. Raza teckel y un can, cuando menos, silente y educado. Tenía Jesús «una gatilla» que tuvo que «sacrificar», pero todo 17 de enero está su recuerdo. En el altar no estaban todos los que están, pero sí todos los que son de la Banda de la Policía Municipal de Madrid que atacaron el chotis lo mismo que 'Ay Campanera', inmortalizada por Joselito.
Y se vendían panecillos recién venidos de Úbeda a voluntad. La clave, dijo una voluntaria, es que las «cinco o seis galletas estén duras y guardarlas 365 días junto a una moneda». Para la voluntaria, la masa es «secreta» ,y «secreta» queda, si bien son oriundas de un convento andaluz y deben «estar secas». En la tradicionales 'Vueltas de san Antón', el viento deslució algo. No demasiado. Impartieron eucaristías Osoro y el Padre Ángel. 2.000 personas en la calle en horas «fuertes», calculó un agente.
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La tarde se iba aclarando o poniendo color oscuro, depende. Frente al Padre Ángel, una cuadrilla amiga suya tocaba en una gaita que resonaba el 'Asturias patria querida'. «Llevamos ya años viniendo con Ángel y aquí estamos».
La tarde se puso cárdena, triste, y si llovió una 'miajina', el pelo animal, con el agua, se reconcilió con la naturaleza; con los cielos trémulos; con el Cielo en mayúsculas.
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