Una de las okupas de la urbanización de lujo en Carabanchel habla y se defiende: «Mi mamá ha pagado 3.000 euros por el piso»

Por una parte, porque los dueños temen que sus pisos vacíos sean okupados, porque tengan inquilinos que dejen de pagar y se conviertan en inquiokupas o, en otros casos porque gente que vive en un edificio, sea de alquiler o no, se encuentre con que los pisos vecinos también puedan ser okupados.

Este último caso es el que se ha dado en Madrid, concretamente en una urbanización del PAU de Carabanchel, en la calle Excelente, donde se ha identificado que hay entre 27 y 28 pisos okupados en el mismo complejo inmobiliario. Según aseguran desde Telemadrid, cuyo equipo se ha trasladado al barrio para hablar con los afectados, se trata de un caso de macrookupación que comenzó durante el pasado puente de la Constitución.

Atendiendo a estas informaciones, los okupas son familias peruanas que pagaron entre 2.000 y 3.000 euros para acceder a los pisos sin estrenar. Al parecer, detrás de ello estaría una mafia que contactó con las familias mientras estaban en la cola de un comedor benéfico del barrio. Este supuesto clan habría cambiado las cerraduras y puesto un conserje propio.

Una de las vecinas afectadas que ha hablado con Telemadrid, que lleva un mes viviendo en la urbanización, indica que los okupas han estropeado los ascensores y solo funciona uno en el bloque en el que se encuentran, además de que se han tapiado los telefonillos.

Al hablar con más vecinos afectados, varios de ellos no han querido desvelar su identidad, indican que en total hay unas 160 viviendas en la urbanización, de las que casi 30 han sido okupadas. También cuentan a la cadena madrileña que se les avisó de que sería un perfil familiar y no problemático, sin embargo, durante las fiestas de fin de año se produjeron altercados, habitualmente hay ruido e incluso mudanzas nocturnas y la policía ha tenido que acudir a la urbanización en varias ocasiones.

«Hay sangre por las paredes, básicamente porque se pelean entre ellos» dice una de las vecinas, que se pregunta como tantas viviendas han podido ser okupadas sin que nadie les eche. Sobre la responsabilidad de la promotora de las viviendas, los afectados por esta macrookupación expresan que empezaron asumiendo que debían ponerle solución pero, en las últimas semanas no les han contestado:

«La promotora al principio sí mostró su deseo de cambiar las cosas, pero en las últimas semanas les hemos avisado de peleas, pero no hemos obtenido respuesta. Solo nos han bajado 100 euros para que nos callemos», cuentan a la cadena madrileña. Otro de los afectados reconoce que se plantea cambiarse de piso si la situación continúa volviéndose insostenible.

La urbanización cuenta con extras como piscina, parque infantil, terraza solarium y otras zonas comunes que, por el momento, no se ven capaces de utilizar debido a la inseguridad. Aún así, una de las vecinas ha trasladado así su opinión en televisión: «Solo queremos apuntar un detalle y es que sí que se ha vendido como que esto es una urbanización de lujo y realmente no, o sea, pagamos 800-900 euros por alquiler que es más bajo que la media de Madrid en un barrio que es humilde y somos gente obrera y no queremos estar viviendo esta situación de inseguridad en nuestras viviendas»

ABC ha podido hablar con una de las personas que vive de manera ilegal en la urbanización, confesando que le han estafado ya que dispone de un contrato y no sabía que la situación era irregular: «Vivo con mi madre, mi perrita y mi hermana de seis añitos. Mi madre está embarazada, yo soy de las personas que han estafado y pues yo ni sabía, porque tengo mi contrato como todas las personas. Mi mamá ha pagado 3.000 euros por el piso y mi mamá no sabía. [...] Llevamos viviendo aquí desde hace dos meses».

Indica que los 3.000 euros los pagaron en mano, nada en transferencia y un señor les entregó las llaves, el contrato y no sabía que era falso, hasta que un día llegó la Policía diciendo que eran 27 estafados.

Esta joven también cuenta a ABC que acudió Desokupa indicando que se tenían que ir e incluso le ofrecieron dinero para que se fueran: «800 euros, dicúlpeme pero ¿qué voy a hacer con 800 euros? [...] Pasaron los días y seguía subiendo la oferta, 1.200, yo estoy legal aquí, tengo mi NIE, estudio, trabajo, mi mamá también, mi hermana estudia... A mi madre los desokupas le patearon la barriga, porque nos quisieron sacar a la fuerza», relata, especificando que a ella también le golpearon y que hicieron sangrar a su madre embarazada y ahora está «en pleno de aborto».

Por el momento, este caso de macrookupación y estafas está en investigación por la Policía.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, no ha tardado en pronunciarse al respecto. Lo ha hecho en un acto que ha tenido lugar en la plaza del Dos de Mayo.

«Esto es una cuestión, en primer lugar, para todos aquellos que dicen que en España no existe un problema de okupación»

Almeida ha hecho hincapié en que lo que necesitamos en España es «alejarnos de la frivolización de la okupación e ir a una regulación que posibilite una actuación en unas 24 o 48 horas que pueda echar a los okupantes»