Lobato desconcierta al PSOE de Madrid, que deja en el aire su futuro inmediato

La indignación se ha instalado en buena parte del PSOE de Madrid, según fuentes socialistas regionales consultadas, y ayer se produjo un cruce de llamadas entre dirigentes y cargos de distintos niveles, para intercambiar la preocupación ante unos hechos que ni entienden ni pretenden entender. «Solo demuestra una desconfianza total por su parte», señalan sobre la actitud de Lobato. «¿Qué pretendía yendo al notario? ¿Quería usarlo después contra alguien? ¿No se da cuenta de que está siguiendo el juego a Ayuso y su director de gabinete?», son algunas de las preguntas que ayer quedaban en el aire entre los socialistas.

La información de ABC hizo saltar todas las alarmas en el partido. Los críticos internos se han multiplicado en las últimas horas y muchos ya dudan de que Lobato deba estar en Sevilla el próximo fin de semana, al frente de la delegación madrileña en el congreso federal. Creen que lo mejor sería una salida «tranquila e inmediata».

La noche del domingo, cuando se publicó la información, Lobato reaccionó con un escueto comunicado, escrito deprisa y con algunas erratas, para desligar su actuación y la de La Moncloa de cualquier atisbo de ilegalidad. Y al mismo tiempo envió un mensaje a los dirigentes socialistas madrileños, incluidos alcaldes, portavoces municipales, diputados y concejales, para justificar su actitud al acudir al notario con la conversación que mantuvo con la jefa de gabinete de Óscar López en Moncloa, Pilar Sánchez Acera. Fue un intento de ponerse la venda antes de las heridas que pudieran hacerle los críticos internos del PSOE de Madrid.

Pero la realidad es que los destinatarios no entendieron muy bien por qué Lobato había decidido acudir al notario con unos whatsapp intercambiados con una asesora que trabajaba en Moncloa muy cerca de Sánchez, ni por qué, como trató de explicar ayer, no se lo comunicó a nadie, ni siquiera a la otra persona involucrada. «No, no lo entendemos», insistió un miembro destacado del PSOE madrileño.

Fuentes socialistas madrileñas comentan que en estos momentos se palpa con fuerza una desagradable incertidumbre dentro del partido en la Comunidad de Madrid. El 7 de diciembre se presentan las candidaturas para las primarias madrileñas, y el ambiente no es el mejor para presumir de una 'vía de unidad' dentro del partido, como quería hacer el actual secretario general hasta hace dos días.

Lobato ya anunció que presentaría su candidatura para la reelección y daría la batalla aunque Ferraz y La Moncloa avalasen a otro aspirante alternativo. Ahora todos dan por hecho que habrá un nombre respaldado por Sánchez para Madrid. En Moncloa se comenta que Lobato «igual olía un poco ya a muerto». Los candidatos deberán recoger los avales entre los días 8 y 16 de diciembre. El 11 de enero será la primera votación en las primarias, y el 18, la segunda, si fuera necesaria. Quedan, por tanto, 46 días hasta ese primera votación, y si hay más de un candidato la pelea puede ser descarnada.

El candidato que sea señalado por el dedo de Sánchez tiene, de entrada, una buena parte de la victoria hecha. Lobato contaba hasta ahora con algo a su favor, que explican así fuentes socialistas: «Tiene un predicamento tremendo en las agrupaciones locales y el apoyo de la totalidad de los alcaldes, salvo un par de excepciones». Estas son las de Fuenlabrada y Getafe. Sus alcaldes, Javier Ayala y Sara Hernández, guardaron ayer un escrupuloso silencio en público y se limitaron a observar cómo Lobato, al que han criticado abiertamente por no defender con el ímpetu que ellos desean el espacio de la izquierda en Madrid, se enredaba incapaz de salir airoso de una polémica que le enfrenta a Moncloa. Ese silencio espeso se extendió por el partido en Madrid y alcanzó al grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de la capital, donde evitaron salir en defensa de su secretario general. Detrás del silencio en público podía escucharse un fuerte ruido de sables.

Junto al apoyo de las bases y de los alcaldes, Lobato, que fue alcalde de Soto del Real, también presume de tener un conocimiento profundo de la vida municipal y de todo el territorio madrileño, incluidos pueblos y barrios de la capital, algo que no puede decir, por ejemplo, el ministro Óscar López, el último nombre en salir a la luz como posible adversario de Lobato, con el visto bueno de Ferraz. Lobato se lo recordó de forma muy directa cuando saltó su nombre como posible relevo en Madrid. El actual líder de los socialistas madrileños se dedicó a ningunearlo – «ni que fuera Michelle Obama», comentó–, pero López quiso mostrar «todo el respeto» por Lobato. Eso sí, el ministro le envió un recado certero al subrayar que el objetivo actual es «renovar el proyecto del Partido Socialista, especialmente sus propuestas para la gente».

En el PSOE de Madrid no acaban de ver a López como posible candidato. Hay más nombres, pero fuentes socialistas subrayan que hasta el 7 de diciembre queda un mundo para decidir quién sería el adecuado, y lo inmediato es «ver qué ocurre con Lobato». Muchos lo quieren fuera ya.

Junto al de López también se ha llegado a hablar de Pilar Sánchez Acera, la que fuera su jefa de gabinete en Moncloa. Además entraron en las quinielas los nombres del delegado del Gobierno, Francisco Martín, el ministro Félix Bolaños, los alcaldes de Fuenlabrada y Getafe, Javier Ayala y Sara Hernández, respectivamente, o el de la concejal Emma López.