Joaquín Cortés: «En el colegio tuve que pegarme muchas veces, me hacían 'bullying' por bailar»

El punto de partida para esta nueva aventura no podía ser mejor: el Teatro Real, donde se curtió como artista en su adolescencia. «Yo me crié en los sótanos del Real, porque estuve allí desde los 14 hasta los 19 años actuando con el Ballet Nacional», recuerda. «En la época en la que empecé a bailar era el único chico, sólo bailaban chicas y así era como tenía que ser según la moral del momento. Ahora me hace gracia lo del 'bullying', porque lleva existiendo de toda la vida. Yo lo sufrí porque éramos treinta y cinco niñas y un niño, y cada vez que iba al colegio y salía al patio en el recreo, tenía broncas con todo el mundo. Si bailabas eras el mariquita, y al final cada día era como 'a ver, ¿con quién me toca pegarme hoy? Tuve muchas peleas, pero mi suerte cambió cuando entré a trabajar en un ballet infantil en Televisión Española. Ahí de pronto, sólo por salir en la tele me convertí en un héroe. Los niños con los que me pegaba, ahora me admiraban».

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Fue a los 17 cuando Lola Flores le dijo: «Niño, tú vas a ser un genio». «¡Qué grande era esa mujer, en todos los sentidos!», exclama Cortés, que se enorgullece al señalar que «otros referentes del baile como Antonio Ruiz 'el Bailarín' o Antonio Gades se hicieron famosos ya con una edad», pero en su caso, el ascenso al estrellato fue tempranísimo. «Con 22 años ya me iba a París y se montaba una revolución. 'Maestro de maestros', decían. Y yo me quedaba en plan '¿pero qué está pasando aquí?'. Masticar ese éxito no fue fácil de digerir, pero creo que es que no tuve ni tiempo de asimilarlo. Hoy estaba en París, mañana en Nueva York y pasado en Moscú o Tokio. Fue una locura».

Ahora, a sus 54 años, vuelve al Teatro Real después de tanto tiempo parado. «Me hace una ilusión que no te lo puedes ni creer», asegura. «La gente va a disfrutarlo por partida doble, por lo bonito que es este teatro, y porque he modificado cosas de la obra para actualizarla. Hay que estar en constante movimiento para pasarlo bien».

El nuevo espectáculo 'Esencia' es un musical flamenco «con una fusión de estilos de danza». «Es el sello de identidad que creé hace ya treinta años cuando empecé», describe Cortés. «Estaré acompañado por un elenco de treinta artistas entre bailarines y músicos, y será un homenaje a la grandeza del flamenco», dice, sobre un género que vuelve a vivir un gran momento a nivel internacional, aunque para él esto no sea nada nuevo: «Yo le he abierto puertas en muchos países, y en España siempre ha estado bien de público. Lo que falta es más apoyo institucional. Ahí sí que veo una carencia que no ha mejorado con el paso del tiempo».