Los arrestos se produjeron junto al Congreso de los Diputados, en la calle de Zorrilla; y junto al Ayuntamiento de Madrid, en la calle de Montalbán. Fuentes de toda solvencia hablan de que había entre 2.000 y 3.000 violentos entre los manifestantes por Palestina y en contra de Israel.
Los dos arrestados están acusados de atentado a agentes de la autoridad, mientras que uno de ellos suma la imputación por desórdenes públicos. Los sindicatos policiales exigen dimisiones al entender que el dispositivo de seguridad, de 1.100 agentes nacionales y 720 municipales, era el suficiente pero no se desarrolló como debía en casos como el de este domingo por la tarde.
Los encartados fueron trasladados a los calabozos del complejo policial de Moratalaz, donde se encuentra también la Brigada Provincial de Información, encargada de su toma de declaración (los ultras de uno y otro sentido político se niegan a hablar con la Policía, normalmente) hasta su puesta a disposición ante el juzgado de guardia de detenidos, en Plaza de Castilla.
Como se ha venido informando, en la etapa final de la competición ciclista resultaron heridos 22 policías, por contusiones y luxaciones, aunque ninguno de gravedad.
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