La Bestia de Parla: 21 detenciones en solo un año y apenas tres semanas entre rejas
Un juez excarcela al delincuente, pese a sus graves agresiones en la cárcel y en la calle
La Bestia de Parla, hablando para Telemadrid
Poco ha durado la tranquilidad en la localidad de Parla, sobre todo en la zona del paseo de Federico García Lorca. Allí, los vecinos temen que de un momento a otro vuelva a hacer de las suyas Galphon G. T., el delincuente congoleño conocido ... como la Bestia de Parla. Tiene 30 años y solo en este 2022 atesora 21 detenciones, hasta seis y ocho en dos meses de verano y otoño. Debe su apelativo a la violencia y agresividad con la que se desempeña por las calles de Parla.
La última reseña que hay de él fue, precisamente, por golpear con una barra de hierro a un hombre que acudió a ayudar a una residente en la zona, a la que solo por pasar por allí amenazó de muerte.
Puso el pie en la calle este domingo, a instancias del juzgado número 4 de Getafe, informan fuentes penitenciarias. Desde CSIF-Prisiones Valdemoro se llevan las manos a la cabeza «porque un sujeto así, con semejante historial, quede en libertad».
Y más, si se tiene en cuenta que entró en el penal a primeros de noviembre y que, desde entonces, se han venido reproduciendo situaciones de extrema violencia a cargo de la Bestia de Parla, como adelantó ABC.
Tanto era así, que tras pasar por los módulos 7, 8 y 9 (estos dos últimos, considerados los más conflictivos), ni siquiera el resto de internos quería saber nada de él. Agredió a su primer compañero de celda, destruyó el habitáculo, se encaró con los funcionarios y no cesaba de gritar a los demás reos. Incluso el día que pasó a disposición judicial, en los juzgados de Parla (cuando se decretó su ingreso en prisión provisional), destrozó buena parte del mobiliario.
La situación entre rejas era tal que la última semana la ha pasado en el módulo de aislamiento. La junta de tratamiento, a lo que dio el conforme el director de Madrid III (Valdemoro), solicitó su paso a primer grado, el más restrictivo, y se tenía pensado trasladarlo a otra cárcel, pero está en la calle.