La alcaldesa de Pozuelo tilda de «temerario» enviar 400 menores inmigrantes al centro estatal en su municipio

El portavoz del ejecutivo regional se ha quejado de este nuevo ejemplo de «falta de lealtad institucional» porque no habían sido avisados de esta decisión de enviar desde Canarias a 400 menores inmigrantes a Pozuelo. «Luego les atendemos nosotros». Han recordado además que «son otros 400 menores, porque a la Comunidad de Madrid no dejan de llegar». Este caso, ha concluido, es un ejemplo más del «caos absoluto que tienen» en el tema de la inmigración.

Por su parte, la alcaldesa de Pozuelo, Paloma Tejero, ha señalado que la decisión del Gobierno de España le parece «temeraria». La regidora ha exigido, mediante cartas que ha emitido al Ministerio de Infancia y al Delegado del Gobierno, una confirmación oficial de esta noticia, que también ha conocido por la prensa, además de explicaciones urgentes y que se le informe de los «criterios objetivos utilizados» para tomarla.

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El centro CREADE depende del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En un principio, se habilitó como recurso temporal de emergencia para atender a refugiados ucranianos en situación de extrema necesidad, pero recuerdan desde el ayuntamiento de Pozuelo que «no se concibió como una infraestructura de acogida estable ni, mucho menos, permanente».

El hecho de no haber sido informados de la decisión de forma oficial «evidencia el absoluto desprecio del Gobierno hacia la autonomía municipal y la cooperación institucional», ha señalado Tejero. Por eso, exige que le den explicaciones de «en qué se han basado para decidir que 400 menores van a estar mejor todos juntos en un único centro que, por cierto, no sabemos si cumple las condiciones mínimas para albergar a cientos de menores migrantes con necesidades específicas de protección, atención psicológica, escolarización o integración».

La regidora ha insistido en que desde este Ayuntamiento «creemos en una solidaridad real, justa y sostenible. Ayudar a los menores migrantes requiere una estrategia nacional seria, no un ejemplo de improvisación cuyo único fin es maquillar la saturación del sistema en Canarias».