Rastrean domicilios propios y del entorno del rumano sospechoso del atropello mortal con fuga de Moncloa

El propietario del coche fue detenido esa misma tarde. Es un joven de 19 años, español y sin antecedentes, que ante el juez reconoció el domingo que le dejó el coche a un amigo, pero dijo que no sabía qué había hecho con él. Fue puesto en libertad con cargos y con obligación de presentación ante el juzgado, para evitar que se dé a la fuga.

Ahora, la prioridad de los agentes es dar con el conductor. Se trata de un joven rumano, de unos 20 años, que cuenta con un historial delictivo importante para su corta edad. Le constan antecedentes penales por atentado a agente de la autoridad y delitos contra la propiedad, como hurto y robo con fuerza. Además de investigaciones abiertas por drogas y algún incidente también de tráfico.

Ahora, se están rastreando sus domicilios, donde reside pero también los de sus familiares, para dar con su paradero. Además, se indaga en los del segundo círculo de confianza, sus amigos y personas con las que se relaciona. Creen que puede estar escondido en casa de un tercero, pues la posibilidad de que haya huido a su país parece más remota por la rapidez con la que se consiguió dar con la pista de su posible autoría.

Las hipótesis están abiertas, pero sospechan que en el momento de atropello el sospechoso iba con otros dos jóvenes. Y, probablemente, para hacer nada nuevo, habida cuenta de su perfil, de la hora del suceso y de lo lejos que se encontraba de su barrio, Entrevías.

La Unidad de Policía Judicial de Tráfico ha requerido los datos de posicionamiento del GPS del propietario del Citroën, por si iba con su amigo, pero no lo parece, habida cuenta de que no tenía signo alguno de haber sufrido ningún accidente. El choque fue tan brutal, que deberían tener heridas o cristales clavados del impacto en los cristales.

El peor obstáculo, sin embargo, es la ausencia de cámaras tanto en el punto del atropello como donde fue abandonado el coche , con los destrozos del parabrisas tapados con toallas y cartones, en la Ronda del Sur, junto a los domicilios del español y del rumano.