Pánico en la calle Alcalá: un hombre se sube a la acera con su camión para arrollar a su mujer

Una pareja rumana que viajaba en el interior de un vehículo, una furgoneta con matrícula de Navarra, discutía acaloradamente. Llevaban ya un buen rato. En un momento dado, la mujer, harta de la situación, decidió cortar por lo sano y ponerle fin. Seguramente aprovechó un semáforo en rojo para bajarse.

Su pareja se quedó estupefacta. Había parado, sin embargo, en vez de seguir su camino, tuvo una reacción temeraria. Arrancó y se subió a la acera para ir detrás de su mujer y atropellarla con el fin de acabar con su vida . Esa es la hipótesis que manejan las fuentes policiales consultadas por ABC.

Su recorrido acabó pronto. Menos mal, porque de lo contrario hubiera causado una tragedia. Un banco de madera y la valla metálica que separaba la acera de la calzada, pusieron fin a la persecución de este hombre, a varios metros de la boca de Metro de Quintana y cerca de varias paradas de autobús. Fue a a altura del número 354 de la calle de Alcalá. La furgoneta quedó atravesada por los hierros.

De inmediato, algunos testigos, con el susto en el cuerpo , y otros que trataron de zafarse del vehículo sin entender lo que sucedía, dieron la voz de alerta. Hasta el lugar se desplazó una patrulla de la Policía Municipal que transitaba por las inmediaciones.

Los agentes detuvieron al conductor, acusado de un presunto delito de homicidio en grado de tentativa relacionado con la violencia machista. Mientras, su mujer, que estaba hecha un manojo de nervios, se fue tranquilizando poco a poco. Se desconoce por el momento si había denuncias previas por malos tratos o si ella va a interponer ahora una por lo ocurrido.

El arrestado fue puesto poco después a disposición de la Policía Nacional , donde está a la espera de declarar ante el juez, que decidirá si ordena su ingreso en prisión o le deja en libertad con cargos, así como si decreta alguna medida de alejamiento hacia la víctima.

El suceso, pese a los que algunos atemorizados viandantes pudieron pensar en un primer momento, no tuvo nada que ver con ningún acto terrorista . No obstante, los atentados yihadistas con vehículos pesados se vienen repitiendo en las capitales europeas desde hace casi un año.

Los últimos fueron en Londres, el 3 de junio pasado, con siete muertos y el de Estocolmo, el 7 de abril, con cinco. No obstante esta modalidad violenta comenzó en 2016 en Niza (Francia), en donde hubo 84 víctimas mortales el 18 de agosto; después siguió Berlín donde un vehículo pesado de gran tonelaje mató a 12 personas el 19 de diciembre. Por ello, el Ayuntamiento de Madrid ha prohibido la circulación de camiones de más de 3.500 kilos en grandes festejos: cabalgatas, Semana Santa, San Isidro o la celebración de la Duodécima Copa de la Champions.