Madrid liquida las ordenanzas sobre serenos y contra la embriaguez y la blasfemia por obsoletas

En total, como avanzó ABC, se han revisado 123 normativas y reglamentos municipales que conforman el marco jurídico del Consistorio con objeto de mejorar su calidad. Entre los textos derogados –o que se borrarán en otra tanda en el próximo pleno– está la Ordenanza de Policía Urbana y Gobierno de la Villa , de 16 de julio de 1948. Esta ordenanza, que tiene una extensión de 690 artículos, regula normas de conducta y convivencia que ya no casan con la realidad actual o bien reglas que se han desarrollado años más tarde por otras ordenanzas en materia medioambiental o de uso del espacio público. Este texto contiene normas sobre asuntos tan curiosos como «la embriaguez y la blasfemia».

«Todo individuo que fuere hallado en la calle o en cualquier lugar público en estado de embriaguez , llamando la atención, entorpeciendo el tránsito o produciendo escándalo, será multado y conducido a su domicilio o establecimiento que haga sus veces, si no lo tuviera o no se pudiera averiguar», reza el artículo 58. Sobre el blasfemo , advierte el enunciado siguiente, « será sancionado con multa o, en su caso, denunciado al Juzgado».

Otro de los oficios desaparecidos que seguía, no obstante, regulado por el Ayuntamiento es el de los maleteros. Al igual que la actual Corporación se ha tenido que enfrentar a la regulación de nuevos medios de transporte como las VTC o los ‘ riders ’, durante los años 50 del siglo pasado surgió empleo para portar el equipaje de los viajeros hasta su destino u otro medio de transporte. Para regular esta labor, ya que quienes lo ejercían carecían de cualquier tipo de contrato con sus clientes, el Ayuntamiento trató de acotarlo: «Sólo podrán dedicarse a la prestación de este servicio los que se hallen matriculados en las oficinas municipales, previo pago de los derechos que procedan por la expedición de licencia, cuyo número deberán ostentar en una chapa de metal colocada en la solapa», indicaba todavía el Capítulo IX de la ordenanza.

También se encuentran en esta situación las dos normas reguladoras del régimen de actividades y de subvenciones de la Zona de Actuación Acústica de Centro de los años 2002 y 2003 –un área que ha quedado sustituida por posteriores textos–, así como los reglamentos de Ficheros de Datos de Carácter Personal de 2004 y 2005.

Un segundo grupo de derogaciones ha afectado a normas que versan sobre temas en los que el Ayuntamiento ya no tiene competencias, al haber quedado superadas por otras legislaciones posteriores y más concretas. Entre ellas está la Ordenanza de la placa identificativa de ciclomotores, de 28 de enero de 1994, cuyo contenido ha sido suplido por un Real Decreto.

En tercer lugar, existen normas que han perdido su razón de ser porque los servicios que en ellas se regulan ya no existen como tales, como en el caso de la Academia de Policía Municipal de Madrid, el Centro Ocupacional Villaverde o el Instituto Madrileño de Investigaciones.