El dúplex de Gallardón que Carmena ha convertido en su despacho

Lo cierto es que sigue siendo una especie de loft de «alto standing» pero menos recargado. Y eso que el mobiliario nunca ha pecado de emperifollamiento. Al revés. Todos los elementos de la conocida como planta noble han apostado siempre por las líneas sobrias a base, eso sí, de materiales de alta gama tanto en mesas y sillas como en sofás y suelos . «Todo está hecho con muy buen gusto», ha reconocido la propia Carmena durante el recorrido por sus aposentos de trabajo.

El dúplex de la planta noble –en la cuarta altura del Palacio de Cibeles– se dividía, básicamente, en tres espacios : el despacho del alcalde, la sala de juntas y el gran salón de investidura. El espacioso despacho del primer edil –primero Ruiz Gallardón y después Ana Botella–, ahora se ha transformado en la sala de la Junta de Gobierno. Sobre su mesa, los micrófonos, algo que choca porque la poca distancia entre los asientos y de un extremo a otro no hace necesario ni siquiera levantar demasiado la voz.

La sala de la Junta de Gobierno conecta con el nuevo despacho de Manuela Carmena. Se compone de una mesa rectangular de trabajo, tres sillas ergonómicas (la de la propia alcaldesa y dos más enfrente) y otra mesa más pequeña donde se sitúa el ordenador. Cerca se ha situado una mesita redonda para consultas de la regidora con su equipo más cercano.

Al lado, una escalera diáfana y sin barandilla para acceder al segundo nivel del loft. Ante nosotros, una librería. Al lado, la entrada al baño, revestido con ducha, lavabo y sanitarios de diseño exclusivo y de las mejores calidades. Carmena no ha terminado de dar su toque personal a esta estancia que ella misma ha reducido. En el suelo, varios cuadros sin colgar y en alguna estantería fotografías personales junto a un licor de Canadá, obsequio de una de las visitas que ha recibido, y un par de dibujos de niños.

Desde el ayuntamiento confirman que las obras que se están realizando en la planta de alcaldía del Palacio de Cibeles «responden a la apuesta por racionalizar el espacio ». El objetivo es quitarse de encima, «en la medida de lo posible», el alquiler de edificios que albergan servicios y oficinas municipales. La reforma de la planta noble tiene un presupuesto de 148.102 euros.

En los inmuebles arrendados el metro cuadrado asciende a una media de 22,6 euros mensuales. Los 54 puestos de trabajo que se ubicarán ahora en esta zona ocupan 750 metros cuadrados en edificios alquilados lo que suponen, según los cálculos del Consistorio, un gasto de 16.950 euros al mes y más de 203.000 al año. Con estas cifras en la mano, el Ayuntamiento de Madrid asegura que el presupuesto destinado a la reforma quedaría amortizado en un tiempo no superior a nueve meses.

La reforma de la sala de la Junta de Gobierno vale 33.312 euros e incluye, entre otros, el traslado de la anterior sala al torreón pentagonal del antiguo despacho de alcaldía; la pintura y apertura de puertas de comunicación con la secretaría y la jefatura de Gabinete.

Por su parte, la remodelación de la planta cuarta se lleva 114.790 euros : rediseño de los espacios liberados con el traslado de la Junta de Gobierno y «zonas infrautilizadas» (así las califican oficialmente) del resto de la antigua alcaldía «para su ocupación con un máximo de 54 puestos de trabajo».

Desde el ayuntamiento recuerdan lo dicho el pasado mes de septiembre: durante este año se ahorrarán, al menos, 12,6 millones de euros «gracias a la resolución de contratos de alquiler que ni eran rentables ni favorecían el interés general de la ciudadanía». Las obras de la «planta noble» figuran dentro del acuerdo marco de obras de reforma y demolición de edificios demaniales, patrimoniales y los que estén sujetos al uso municipal.