Los drones cuadruplican sus vuelos por los cielos de Madrid

La Consejería de Transportes e Infraestructuras es la encargada de tramitar estos permisos, y presumen de que «el 95 por ciento de las peticiones fueron autorizadas en menos de 48 horas» . El objetivo es apoyar la actividad siempre que se cumpla el marco legal.

Durante 2021, se tramitaron 1.208 solicitudes en este sentido desde la Consejería de Transportes, que dirige David Pérez . Se gestionaron, explican, los procedimientos de coordinación para poder realizar estas operaciones con drones en las cercanías de los helipuertos sanitarios y las bases contra incendios forestales.

El objeto de estas labores es reducir las cargas administrativas asociadas a los procesos de operación de vuelos con estos dispositivos, conforme a la normativa actual, mientras que la Administración General de Estado completa el desarrollo de un marco legislativo más ágil para este tipo de operaciones.

Las cifras de permisos gestionados durante 2021 suponen cuadriplicar las que se realizaron en 2020 –370 peticiones–, algo que podría explicarse por el frenazo en la actividad que supuso la pandemia y el confinamiento. Pero la cifra es todavía mayor, nueve veces superior, a las peticiones que se resolvieron en el año 2019, previo al Covid-19: en este ejercicio, se llevaron adelante 147 instancias.

Los drones son muy utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: Policía Nacional y Guardia Civil, además de las policías locales, los han incorporado como una herramienta más para el desarrollo de sus actividades. Y en las empresas, cada vez está más extendido su uso.

Más allá de las peticiones tramitadas de forma individual, la Consejería de Transportes también ha coordinado 29 actuaciones permanentes en una o varias localizaciones fijas . Estas se refieren a maniobras con drones en las que, debido al elevado número de operaciones que se tenían que realizar de una forma continuada en el tiempo, hacía falta una tramitación diferenciada.

Un ejemplo fue el seguimiento de las obras realizadas en el Estadio Santiago Bernabéu, en el que la utilización de drones ha sido moneda común y una excelente solución técnica para realizar ese control.

También se utilizaron estas tramitaciones diferenciadas para autorizar la grabación semanal de partidos de fútbol 7 –amateur, junior y senior federados y no federados– en diferentes campos y polideportivos de la Comunidad, algo que puede suponer más de 40 vuelos de drones mensuales.

Un último ejemplo de estas prácticas es la coordinación de jornadas de formación para los pilotos de drones, que se realizan durante un periodo de tiempo muy concreto y en un emplazamiento fijo. Además, se incluyen los posibles vuelos recreativos, aunque en un 89 por ciento de los casos estos vuelos coordinados estaban enfocados al desarrollo de actividades profesionales.

El análisis de las cifras relativas a las autorizaciones concedidas a lo largo del año permite comprobar que su desarrollo se ha producido de una forma bastante estable, excepto en los meses de inicio y fin del año, enero y diciembre, en que el número de solicitudes experimentó una reducción considerable. Desde septiembre se ha observado un incremento importante de las peticiones.

Además de haberse observado un crecimiento de la actividad en este sector, reflejada en el número de operaciones, también ha aumentado la cifra de operadores que vuelan en la Comunidad de Madrid. Según los datos oficiales, hasta el momento se han tramitado solicitudes para 683 empresas.

Los vuelos realizados con drones se distribuyen de forma irregular en la Comunidad de Madrid. Atendiendo a las coordinaciones en las que ha intervenido la Consejería de David Pérez, el área con mayor número de operaciones es la que ocupa la ciudad de Madrid y su corona metropolitana , aunque también se han producido en zonas de la Sierra Norte y en algunos puntos del suroeste madrileño.

Además de los considerados profesionales, o relacionados con particulares, los vuelos con drones también han comenzado a cobrar fuerza como elemento disuasorio y en la estrategia de seguridad de los cuerpos policiales. Con este fin los utiliza, por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid, a través de la Unidad de Medios Aéreos, que lleva ya meses en marcha y no ha parado de trabajar. Sus aparatos alzan el vuelo muy temprano en la mañana y regresan antes del amanecer , en una sucesión ininterrumpida de horas de vigilancia.

Para su organización, estos drones también trabajan en tres turnos, como los agentes. Y han sido vistos, por ejemplo, por grupos de jóvenes cuando se concentran para hacer botellón en lugares que a simple vista son poco accesibles. Pero a vista de dron, no hay escondrijo posible: con su haz de luz reflejando la zona, estos dispositivos han logrado disuadir más de una de estas reuniones.

Las aplicaciones futuras de estos dispositivos volantes son casi infinitas. Comienza a plantearse, por ejemplo, su uso como agente de distribución de productos comprados por internet, participando dentro de la cadena logística . Hacer un pedido por internet y que un dron te lo lleve a casa suena a ciencia ficción pero puede ser realidad en poco tiempo. De hecho, en el Ayuntamiento madrileño ya trabajan en un cambio en la ordenanza de Calidad del Aire que permita esta aplicación.

De momento, su uso se limitará al primer ‘sandbox’ de movilidad sostenible, que estará en el distrito de Villaverde. Será un espacio de pruebas seguro y controlado en el que los emprendedores puedan testar en espacios reales sus prototipos con esta aplicación: drones mensajeros.

En todo caso, conviene recordar que el uso de drones está regulado y no se puede ejercitar sin los correspondientes permisos oficiales . De hecho, a los pocos segundos de activar un dron, saltas determinadas alarmas que alertan a la Policía Municipal, en el caso de la ciudad de Madrid. Cada día, se calcula que se registran una veintena de incidentes relacionados con vuelos de estos aparatos..