La «dejadez» de Carmena deja a Madrid sin parte de sus joyas culturales este verano

En esta línea, el PP crítica la lentitud del Gobierno local para solventar problemas en algunas instalaciones municipales relevantes para la vida cultural madrileña como el Templo de Debod o el Planetario . El primero ha cerrado este mes de julio por tercera vez desde el verano pasado . El segundo permanece clausurado desde el 1 de junio de 2016. Ambos tienen problemas de climatización .

Los populares denuncian la pasividad de Carmena para intentar solucionar esta situación antes de que llegara el verano. En su opinión, el Ayuntamiento no ha hecho «nada» por que estas instalaciones estuvieran abiertas antes para el uso y disfrute de los madrileños durante los meses de estío. «Cultura ha cerrado por vacaciones», opina la portavoz del PP en la comisión municipal de Cultura y Deportes, Isabel Rosell .

Esa «dejadez» ha tenido además otras consecuencias en la agenda veraniega. La más notoria la sufren los vecinos de Centro, que se han quedado sin cine de verano en el patio de Conde Duque . «Todas estas deficiencias deberían haber sido frenadas por Carmena, para después pasar el testigo y nombrar a un nuevo responsable del Área», critica Rosell.

Esta actividad llegó al centro cultural en 2014 mediante un procedimiento de adjudicación directa y un canon de 100.000 euros que la compañía organizadora –Callao City Ligths– abonó al Ayuntamiento. En los veranos de 2015 y 2016 la empresa organizadora fue The Urban Beach Cinema . En estas tres temporadas de séptimo arte al aire libre, la propuesta municipal arrancaba a principios de julio y finalizaba a mediados de septiembre. Un total de 75 pases de películas cada año por los que pasaron cerca de 60.000 espectadores.

Este año, el Ayuntamiento a través de Madrid Destino , sacó en junio un concurso público para el desarrollo de esta actividad en el marco de los Veranos Villa , una oferta que ha sido declarado desierta. «Todo se ha hecho de una manera improvisada y precipitada que ha tenido como consecuencia que las empresas especializadas, con experiencia en ediciones anteriores, descartaran presentarse. Además, la propuesta municipal no resultaba viable económicamente para los interesados», explica Rosell.

En una situación similar se ha encontrado el Teatro de Títeres del Parque de El Retiro . En septiembre de 2016 cerró después de que expirara el contrato que gestionaba Titirilandia. Este escenario municipal contaba hasta entonces con una programación continua, durante dos meses al año, dentro del Festival Internacional de Títeres. Ahora, su programación se ha visto reducida a cuatro funciones que tuvieron lugar ayer –hoy hay otras cuatro previstas–, en el marco de los Veranos de la Villa. Hasta ahora, llevaba diez meses sin acoger ninguna función a la espera de unas obras que, según fuentes municipales, ya han sido acometidas. «Madrid ha pasado de tener un festival internacional de títeres a dos actuaciones esporádicas. No hay una planificación. Los plazos y las promesas de reapertura se ha incumplido reiteradamente», asegura Rosell. Cultura, por su parte, anunció hace unos días que el próximo día 11 estrenará una nueva programación en este espacio que sustituirá al antiguo festival. En enero, el Gobierno ya prometió que el teatro reabriría en marzo con funciones «para adultos». Algo que no llegó a ocurrir.

«La alcaldesa tiene muchas cosas que hacer, es natural. Pero debe dar la importancia que merece a la Cultura. Desde la crisis generada por Celia Mayer en el área no existe un plan para la política cultural que necesita una ciudad como Madrid. En este tiempo, la ciudad ha perdido oportunidades en esta materia. Anuncian, dicen y se comprometen, pero no hacen nada», concluye Rosell.

El Planetario, por ejemplo, podría haber abierto el pasado mes de enero. Sin embargo, Cultura demoró medio año la licitación del contrato. Los pliegos llevaban la fecha de junio de 2016 y señalaban el pasado 4 de enero como el fin de las obras. Mayer justificó entonces este retraso de seis meses por un imprevisto: la necesidad del cambio del sistema de tuberías y climatización . El mismo argumento que, como viene informando ABC desde entonces, han vuelto a poner para explicar la nueva demora en la ejecución de las obras que mantendrá cerradas las instalaciones hasta enero de 2018, si no hay «otro imprevisto». «Esos problemas que ponen como excusa los conocen desde junio de 2015», sostiene Rosell.

La alcaldesa también se ha tenido que enfrentar a otros frentes abiertos en el Área de Cultura . Por ejemplo, con la Banda Municipal, insatisfecha con las decisiones tomadas en el pasado por Mayer. Entre otras reclamaciones, la agrupación musical necesita «urgentemente» realizar obras en su sede , ubicada en el Pabellón XI de la Casa de Campo. «Las reformas todavía no se han licitado», aseguran desde el PP. Un extremo confirmado por el propio Área, que aseguró ayer, que se licitarán a «la vuelta de vacaciones». «Larealización de las mismas está prevista entre enero de 2018 y marzo de 2019. No creemos que lleguen a tiempo», prevén los populares.