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Un enemigo llamado dióxido de nitrógeno

Madrid y Barcelona superaron en 2010 en los límites de este gas marcados por la UE. Ahora, sus niveles se disparan por la densidad de tráfico y el buen tiempo

Un enemigo llamado dióxido de nitrógeno abc

diego casado

La «boina» de contaminación que cubre periódicamente la capital de España está lejos de desaparecer, a tenor de los datos de los niveles de contaminación del mes de enero y los primeros días de febrero, que empeoran los registrados durante el mismo periodo del año anterior. La culpa de esta nube de polución se llama dióxido de nitrógeno (NO2), un gas contaminante que en altas concentraciones afecta a los pulmones y que facilita la formación de las partículas en suspensión (PM).

El NO2 es el único gas contaminante con el que Madrid supera los niveles marcados por la Unión Europea: el aire de la capital almacenó en enero, de media, 55,61 µg/m³ (microgramos por metro cúbico), una cifra por encima de los niveles legales, fijados en 40 µg/m³. El 77% de esta contaminación viene del tráfico rodado, según un informe del propio Ayuntamiento de Madrid. El resto es responsabilidad, principalmente, de las calderas de combustión de los edificios de viviendas y del sector industrial.

En los últimos días, la situación se ha complicado: la circulación es similar, pero el anticiclón que afecta a toda la península provoca que la atmósfera se «estanque» y que, sin viento ni nubes, la polución se acumule con mayor facilidad sobre la ciudad. Y esta situación tiene efectos muy serios sobre la salud .

Este lunes, cuando se superaron los niveles de NO2 para avisar a la población, el Consistorio reclamó a los madrileños que cogieran el transporte público, dentro de las medidas previstas ante los episodios de contaminación atmosférica (ver despiece explicativo más abajo). Es la manera más directa de reducir el NO2: reducir el tráfico privado.

Sólo de esta manera se pueden rebajar los niveles de concentración de este compuesto en la atmósfera, que el lunes 7 alcanzaron a las 21.00 los 293 µg/m³ en la estación de Fernández Ladreda o los 269 µg/m³ en Arturo Soria, que subieron la media de la red municipal a los 90 µg/m³, más del doble de los límites legales ( consulta en este enlace los datos completos ).

Igual o mejor que en Barcelona

Los episodios de contaminación no son patrimonio único de Madrid. Barcelona comparte desde hace años una «boina» de polución sobre la ciudad debido a su alta concentración de dióxido de nitrógeno.

La ciudad condal supera con amplitud los niveles medios permitidos por la UE. Aunque la transparencia en la consulta de datos resulta mucho más opaca que en Madrid, las cifras indican que casi todas las estaciones barcelonesas marcan niveles superiores a los 70 µg/m³ en los últimos días, según los datos aportados por la Generalitat de Cataluña , entidad que se encarga allí de la medición de la calidad del aire.

Debido a este episodio de contaminación, la Generalitat ha retrasado la medida de levantar las restricciones a circular por encima de 80 km/h en el área metropolitana de la ciudad.

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