La polución perjudica seriamente la salud

El dióxido de nitrógeno, en altas concentraciones, favorece además la proliferación de partículas en suspensión, que son muy tóxicas . Este fenómenos, cuyo origen está en el gran volumen de tráfico que soporta Madrid, tiene un doble efecto sobre la salud, a corto y a largo plazo. «Después de un pico de contaminación, en personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares aumentan los ingresos hospitalarios y la mortalidad », asegura la doctora Inma Aguilera, investigadora del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) .

A largo plazo, en personas sanas, la exposición a altos niveles de dióxido de nitrógeno y partículas «disminuye la función pulmonar, puede causar la aparición de asma y exacerbar los ataques, además de relacionarse con episodios de alergia y bronquitis. La inhalación de partículas, además, se relaciona con casos de cáncer de pulmón», explica la doctora Aguilera.

Las partículas suspendidas en el aire se clasifican, en función de su tamaño, en PM 10 (partículas de 10 micras de tamaño), y en PM 2,5, que son las más pequeñas y peligrosas. «Por encima de 10 micras no pasan de la garganta y se expulsan con la tos y la mucosidad, pero l as ultrafinas llegan a los alveolos pulmonares, desde donde pasan a la circulación sanguínea », afirma la doctora, Cristina Martínez, coordinadora del Área de Medio Ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

«Por eso cada vez hay una mayor evidencia del aumento de angina de pecho e infartos coincidiendo con los picos de contaminación en personas con antecedentes de enfermedad cardiovascular», explica la doctora Martínez, que también avisa de que niños y ancianos son dos grupos muy sensibles a la polución.

En las grandes ciudades afecta incluso a los fetos de las mujeres embarazadas. La placenta no protege del todo al bebé de factores externos, incluidos los contaminantes del aire. «Varios estudios han demostrado que provocan un menor crecimiento del feto y partos prematuros . Y ambas circunstancias influyen de por vida en la salud del niño», señala la doctora Aguilera.

La OMS estima que alrededor de 2 millones de personas podrían morir cada año por alguna causa atribuible a la contaminación atmosférica. Las altas concentraciones de partículas se asocian con 300.000 defunciones prematuras anuales en Europa y 21.000 a la contaminación por ozono. En España, se atribuyen a estas causas alrededor de 16.000 muertes prematuras.

Restringir el tráfico en determinadas zonas, dejar el coche en casa y optar por el transporte público, la bicicleta o caminar, son algunas de los pequeños gestos que a título individual pueden hacer los ciudadanos para contribuir a la reducción de emisiones contaminantes.

Hasta entonces, cuando los ayuntamientos avisen de altos niveles de polución y no pueda refugiarse en casa, evite caminar o hacer deporte en zonas con mucho tráfico o a última hora de la tarde (porque se acumula más ozono). Si además tiene alguna enfermedad crónica, la mascarilla puede ser una buena aliada.