Carmena quiere el control de la M-30

Desde que se creó la entidad, la parte privada ha recibido 502 millones de euros de la Corporación. Según denunció el delegado del ramo, el Consistorio transfiere a la sociedad anualmente cerca de 140 millones de euros, de los cuales Emesa gasta «mucho menos en esa actividad: 37 millones», indicó. Dentro de esa partida, se refirió, se incluye «lo que el ciudadano ve»: reparación de baches y luminaria ; «el resto se va en diferentes conceptos que no son el de mantenimiento de la M-30. Es un absoluto dislate », arguyó.

Aclaró el responsable del dinero de la ciudad que en esos 500 millones –289 millones corresponden al pago del IVA y más de 106 al Impuesto de Sociedades– no se excluyen los sobrecostes producidos en las obras –2.500 millones de euros costaron– ni otro tipo de gastos adicionales que analizará la subdirección general de la auditoría de la deuda y de las políticas públicas.

Tanto a juicio de Ahora Madrid como del Partido Socialista , la creación de este modelo era una operación «para ocultar la deuda» . Inicialmente se iban a encargar de construir los túneles de la M-30 y la reforma, pero asumieron el mantenimiento y la conservación.

«El panorama es desolador. Esta sociedad nunca debería haberse constituido . Se hizo para escapar de la obligación de computar el déficit, pero la Unión Europea no lo permitió y en 2011 hubo que rescatarla asumiendo sus pasivos», dijo el socialista Ramsés Pérez Boga ayer en la comisión de Economía y Hacienda. Sánchez Mato apuesta por revertir ese diseño y llega a la conclusión de que podría haberse evitado si la Administración local hubiese asumido la obra y el mantenimiento y gestión de las infraestructuras.

Respecto a cómo revertirán el servicio que se acordó por 35 años, el delegado no quiso revelar la fórmula: «El equipo de gobierno actual no va a consentir que esa situación se quede así sin intervenir en la medida de lo posible. Existe un socio privado que está viéndose beneficiado ».

El objetivo es arreglar esta fuga de millones en Junta de Gobierno durante el mandato de Ahora Madrid. Si no, la alternativa sería esperar a 2025 , cuando vence la deuda subordinada contraída con Emesa. Sería entonces cuando los socios de los socios privados pueden vender sus acciones al Ayuntamiento. «Siempre se ha pensado que a esos socios les iba a interesar colocar ese 20% otra vez en manos municipales y obtener una rentabilidad adicional a la ya elevada que perciben», consideró Sánchez Mato.

Otra de las cuestiones que puso de manifiesto el gobierno municipal fue el tipo tan elevado de interés, al 5,5% , que se pactó por el préstamo que hicieron las entidades privadas al Ayuntamiento para financiar los 2.500 millones de la obra, una operación económica llevada a cabo en dos fases a través de Dexia Sabadell. «Son bonos subordinados y es una deuda completamente segura para los que la otorgaron y que tiene una rentabilidad absolutamente alucinante. Para que la gente se haga una idea, el tipo de interés oficial del dinero a ese plazo es el 0,05%. Multiplica por 150 esa rentabilidad », dijo el concejal de Economía.

Según indica el Ayuntamiento en un comunicado, la única fuente de ingresos de la empresa es el Consistorio madrileño, que siempre aporta la misma cantidad de unos 125 millones aunque se gaste mucho menos (37 millones el último año) por lo que el Gobierno municipal estudia el desequilibrio para esclarecer si «el mantenimiento y las obras son adecuadas a las necesidades o si la transferencia es excesiva».

El delegado calcula que si no median se seguirán pagando a razón de unos 50 millones al año «en gastos prescindibles». «Lo que sí le ocurre al Ayuntamiento es que, por una vía u otra, pierde , que es lo que suele ocurrir cuando el Partido Popular blinda contratos de este estilo para la ciudad de Madrid».