Suscribete a
ABC Premium

Santuario de María Auxiliadora

Una caricia de la Madre salesiana

El templo y su colegio anejo son el centro vital de la pedagogía de Don Bosco

Aspecto exterior del santuario, en la Ronda de Atocha Maya Balanya
José Francisco Serrano Oceja

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El punto geográfico desde el que hay que contemplar una parroquia salesiana es el patio del colegio anejo. Es ese centro vital de la pedagogía de Don Bosco desde el que se despliegan la vida, las ilusiones, las fuerzas, las amistades, las confidencias, ... el juego. Por eso, nada más llegar a la «Civitas salesiana» del barrio de Palos de Moguer, Atocha para más referencias, el padre Iñaki Lete, nuestro párroco, nos llevó al centro del patio, el punto cero, el «meeting point» de esa arquitectura espiritual salesiana. Y desde ese punto neurálgico en el que la distancia espiritual al altar de la misa de la vida se acorta, se comprende con más claridad el espíritu salesiano .

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia