Alcalá, pionera en la región en castigar el negocio del sexo

Esta ordenanza ha sufrido un giro con la llegada del Partido Socialista al Consistorio complutense, dirigido ahora por Javier Rodríguez Palacios. Desde el 27 de abril de 2017 solo se multa a los clientes . Desde entonces, una veintena de hombres han tenido que pagar 300 euros -la cantidad generalizada-. Y lo abonan con celeridad. Casi al momento. No quieren que la «receta» llegue a casa.

« Son las multas que más rápido se pagan », señala Yolanda Besteiro, la delegada de Igualdad del municipio alcalaíno. Hasta han tenido que habilitar el pronto pago en la comisaría de la Policía Local porque no querían esperar hasta que abriera Hacienda el lunes. La concejal hace una balance positivo sobre el efecto de esta ordenanza. Refiere que se ha reducido la prostitución en las zonas más calientes; los polígonos industriales y los accesos a la localidad por las radiales . Sin embargo, confirma que se ha producido un éxodo de la práctica a pisos y chalés .

Besteiro quiere hacer hincapié en que la visión respecto al carácter punitivo de la normativa es diferente con su gobierno: «Cuando se puso en marcha en 2010 era un problema de orden público y ahora se aborda desde un punto de vista abolicionista de la prostitución. Era necesario que se mantuviera la sanción a los clientes como los principales responsables de que exista esta práctica y con ello, la trata».

El Ayuntamiento trabaja con las mujeres para ofrecerles otra vía y da charlas en institutos a jóvenes: comprar los servicios sexuales los convierte en cómplices de la violencia de género y de la desigualdad.