Actualmente, nuestro país se encuentra en el estadio 4 sobre 5 de la escala del Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA), aparejado a un riesgo alto de atentado, y cuenta con un refuerzo especial. Por encima, sólo está el nivel negro, que indica un riesgo muy alto de actividad terrorista.
Fue el pasado miércoles, tras la reunión de la Mesa de Evaluación de la Amenaza Terrorista —órgano encargado de valorar todos los elementos de seguridad relacionados con la materia—, cuando Interior ordenó el «refuerzo de especial intensidad» en las medidas previstas para el nivel 4, tal y como informó el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El objetivo: prevenir los riesgos derivados de las celebraciones y de los movimientos de población y de concentración de ciudadanos, por lo que estarán dirigidas a la vigilancia y protección de los lugares, espacios y medios de transporte, acontecimientos religiosos, de ocio o lúdicos en general, así como la vigilancia y protección de los objetivos estratégicos.
Estas medidas, que entraron en acción el pasado viernes y estarán vigentes hasta el 2 de abril, se dispusieron antes de la agresión del Daesh de Jorasán al Estado ruso. Algo a lo que ha seguido que algunos países de nuestra órbita como Francia entren en alerta máxima.
Sin embargo, fuentes del ministerio del Interior confirman a ABC que el NNA no se verá influido por este suceso, que ha devuelto la sobra del yihadismo al continente europeo. Este plan, que incluye medidas preventivas y de vigilancia y de respuesta antiterrorista, así como controles aleatorios de vehículos y personas, fueron introducidos en España por primera vez por el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista de 9 de marzo del 2005 como consecuencia de los atentados ocurridos en Madrid del 11 de marzo del 2004. Este primer Plan establecía 3 niveles, que luego han ido evolucionando hasta ser 5.
Ahora, según trasladó Interior, estos dispositivos preventivos se intensificarán asimismo en los grandes centros, infraestructuras e intercambiadores de transportes aéreo, terrestre y marítimo, en particular aquellos que van a soportar una mayor afluencia de ciudadanos y de tráfico durante las festividades.
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