Pombo defiende una CRTVG centrada «en lo grande y en lo pequeño» de Galicia

La candidata a la Dirección General comenzó su intervención recordando su trayectoria profesional dentro de la cadena, en la que empezó como becaria en 1998 hasta convertirse, en 2017, directora del área de informativos. La conoce, aseguró, «desde dentro y fuera»; desde el punto de vista «de una becaria acabada de llegar y de una directora de informativos que tomó decisiones capitales» en episodios complejos como la pandemia o el reciente apagón, cuando la Radio Gallega fue, según el CIS, la novena más escuchada a nivel nacional

Pero desde entonces, continuó, la revolución digital ha afectado de lleno no solo a la forma de hacer información y contenido, sino también de consumirlo. «Estamos ante una sociedad hiperconectada«, explico, en la que la »alfabetización digital se convierte en una responsabilidad inexcusable« de lo público. »La CESAG puede ser una plataforma de aprendizaje, de experimentación y de divulgación, conectando conocimiento, cultura y servicio público«, reivindicó, apelando, además, a dar cobertura »al grande y al pequeño, al mayoritario y al nicho, y a quien da audiencia y a quien no«. Porque, explicó, la »comunicación pública tiene que ser una responsabilidad inalienable« que debe »reflejar con honestidad la realidad social de cada momento«.

Al hilo, dedicó parte de su intervención a hablar de las audiencias, reclamando un nuevo modelo de medición que integre varias formas de toma de datos. Estas, dijo, no deben fundamentarse únicamente en las mediciones de la emisión de TDT, y muestra de ello es que en el Estudio General de Medios, la CRTVG ha obtenido su mejor resultado desde 2008, con una cuota de pantalla del 24,5% de unes a viernes y siendo líder en todas las franjas horarias. La Radio Gallega, además, creció un 19%, con un tiempo de escucha de 147 minutos al día, «el más alto de entre todas las generalistas». En los nuevos medios, además, hay «millones de espectadores«: en 2024, el TikTok de G24 obtuvo 16 millones de espectadores; el Instagram, 14,3 millones de usuarios; y el Facebook, 35,7. »Y lo mismo ocurre con los productos que no son información, como los programas, series o documentales«, aseveró, recordando que todo esto se ha conseguido en entornos digitales que funcionan con algoritmos que penalizan el gallego.

Precisamente, con este aspecto guardan relación muchos de los retos que enfrenta ahora la corporación, que prometió abordar como directora -un puesto que previsiblemente ocupará al ostentar los populares la mayoría absoluta en la Cámara-. El primero, explicó, es «seguir siendo locales con vocación universal«, en un contexto en el que el contenido de proximidad tiene capacidad de proyectarse globalmente gracias las nuevas plataformas, »que permiten que la realidad gallega conecte con audiencias internacionales«, tal y como avalan los datos. El segundo, continuó, es apostar por el desarrollo de canales propios y aplicaciones, que permitan avanzar en la autonomía digital, como AGalega.gal o G24play, lanzado el pasado 17 de mayo.

Y, finalmente, se refirió a la necesidad de reforzar la marca G de 'A Galega', un símbolo «reconocido y querido por la ciudadanía», en el que no influirá el cambio de nombre de la corporación. Esta, dijo, actuaría como un paraguas de todos los servicios audiovisuales, con el gallego y lo próximo por bandera. «Hay que querer a la Galega, hay que mimarla, promocionarla, dotarla, trabajarla y compartirla. Abriéndose a las posibilidades de la tecnología, informando, entreteniendo, acompañando y con un compromiso fundamental con la audiencia, la lengua y el país», resumió.

Todo ello en una intervención que la oposición tachó de «performance«, como criticó la socialista Silva Longueira. La candidatura de Pombo, dijo, tiene en contra »a una amplia mayoría« de la Cámara, y es la propuesta »más radical posible«, porque »todo el malestar« que hay hoy en día entre los trabajadores de la corporación »tiene detrás su gestión«. Esto, vaticinó, ya augura »el futuro«, por lo que no va a contar con el apoyo de su grupo, si bien quiso poner en valor el hecho de que un mujer, por primera vez en la historia, vaya a ocupar ese puesto.

Más contundente en su crítica fueron los nacionalistas, que condenaron que, mientras que «Rueda sale más en la CRTVG que Franco en el No-Do», a su portavoz nacional no se la entrevista. De hecho, hizo memora, se la entrevistó cinco veces en 2021; 3 en 2022; y una en 2024. La presencia del BNG en los contenidos informativos, aseguró es «inversamente proporcional» a su representación en la Cámara que, recordó, responde a medio millón de votos. «Vetos», dijo, que son un «escándalo democrático», por lo que la candidatura de Pombo, zanjó la diputada Olalla Rodil, representa la «continuidad de una de las etapas más nefastas para el pluralismo político y social de Galicia«.

Ante esto, los populares también fueron tajantes en su intervención, condenado que desde la oposición critiquen la propuesta pero sin vocación de consenso. La nueva Ley de Medios, dijo Carmen Pomar, se hizo «con la mano tendida», pero no obtuvieron «nada» ni de socialistas ni nacionalistas. En todo caso, celebró que no hubiese «ni la más mínima crítica« a los méritos académicos y profesionales de Pombo, porque su expediente »supera ampliamente las exigencias formuladas« por la oposición.