Inmobiliarias y hoteles de Santiago reclaman al concello y a la Xunta la regulación de las viviendas turísticas

Por ello, se están haciendo cancelaciones masivas de apartamentos turísticos y los propietarios, en pie de guerra, culpan al gobierno de Xosé Sánchez Bugallo como culpable. Algunas de las claves del PXOM compostelano pasan por limitar las VUT tan solo a los bajos y primeras plantas (como hacen Madrid o Pontevedra) y directamente no permitir las viviendas vacacionales en el casco histórico, donde son más abundantes. Desde el Concello, además, defienden que la justicia está de su parte, amparándose en una sentencia que declaró como ilegal un piso turístico por no tener la licencia municipal.

Otros implicados, directa o indirectamente, han firmado esta semana un manifiesto dejando clara su posición en el conflicto. Desde el sector inmobiliario a la Universidad de Santiago de Compostela, pasando por varias asociaciones de vecinos y los hoteleros compostelanos, defienden que «esta fórmula de negocio» está «descontrolada» y perjudica gravemente a la sociedad compostelana y su tejido empresarial. En el manifiesto de la Plataforma para la Regulación de las Viviendas Turísticas de Galicia (PREVITUGA), reiteran que no se oponen a las VUT, pero sí exigen que sean reguladas.

Alertan de que «la ausencia de norma está provocando graves e inadmisibles problemas de convivencia en las comunidades de vecinos», además de una escasez de pisos para el alquiler tradicional, lo que dispara los precios y baja la calidad. Los estudiantes, insisten, son muchos y víctimas del aumento de viviendas turísticas: «Protagonistas durante tiempo inmemorial de la vida de Santiago, están viéndose expulsados de sus lugares tradicionales de residencia, debido a la ausencia de viviendas y los precios desorbitados, provocando incluso que tomen opciones diferentes a Compostela para realizar sus estudios o que tengan que vivir en concellos tan alejados kilómetros de sus facultades que han tenido que reforzar su red de transportes para poder dar servicio«.

Con respecto a los hoteles, señalan que «los modelos hosteleros diferentes a las VUT se encuentran en absoluta desigualdad de condiciones, compitiendo desde un plano de exigencia normativa que no existe para las viviendas de uso turístico», e incluso apuntan a una «pérdida de identidad» de Santiago de Compostela y su «venecización», en referencia a la crítica situación por la que está pasando la ciudad italiana de las góndolas.

La PREVITUGA no solo exige al concello a «regular y poner orden», sino que también reclaman a la Xunta «responsabilidad y coherencia para admitir que desde los Concellos se legisle, siendo éstos responsables únicos para otorgar las licencias de actividad necesarias para el desarrollo de la actividad VUT». De hecho, consultados por ABC, desde Turismo, de la Xunta, habían manifestado que «el conflicto actual se da entre los propietarios y el concello, que es el que tiene potestad para no permitir las viviendas de uso turístico como responsable en materia de ordenación urbanística».

Las 15 entidades firmantes concluyen la carta «apoyo sin matices a la actitud decidida, comprometida y responsable del Concello de Compostela en la ordenación y regulación de este modelo de negocio, que sin duda debe convivir entre la sociedad compostelana, pero nunca a su costa».